La nieve, una apuesta necesaria

El Gobierno de Aragón proyecta llevar a cabo la unión de las estaciones de esquí pirenaicas de Astún, Candanchú y Formigal en un plazo de diez años y con una inversión aproximada de unos 60 millones de euros. Si el plan sale adelante, la Comunidad contará con uno de los mayores dominios esquiables de España y Europa y la nieve se convertirá en el principal motor económico. En un momento de crisis económica como el actual, ofrecer la mayor superficie a los aficionados al deporte blanco permitirá dinamizar el desarrollo socioeconómico de la zona y conseguirá multiplicar el número de turistas. Además, la unión del Valle del Aragón y del Tena dará estabilidad al empleo vinculado al ámbito de la nieve.

El Gobierno de Aragón proyecta llevar a cabo la unión de las estaciones de esquí pirenaicas de Astún, Candanchú y Formigal en un plazo de diez años y con una inversión aproximada de unos 60 millones de euros. Si el plan sale adelante, la Comunidad contará con uno de los mayores dominios esquiables de España y Europa y la nieve se convertirá en el principal motor económico.

En un momento de crisis económica como el actual, ofrecer la mayor superficie a los aficionados al deporte blanco permitirá dinamizar el desarrollo socioeconómico de la zona y conseguirá multiplicar el número de turistas. Además, la unión del Valle del Aragón y del Tena dará estabilidad al empleo vinculado al ámbito de la nieve.

La unión de estaciones de esquí también puede ser un nuevo factor para desbloquear, de una vez por todas, la reapertura del Canfranc. La principal razón para poner en marcha la línea ferroviaria es la necesidad de contar con una comunicación transfronteriza y que esta zona vuelva a ser puerta fundamental de conexión con el exterior.

No cabe duda de que el sector de la nieve es estratégico para la Comunidad Autónoma, ya que cuenta con siete de las 29 estaciones de esquí alpino españolas y concentra el 30% de los kilómetros esquiables del país. El negocio del esquí genera nada menos que 200 millones de euros anuales en Aragón, 1.300 empleos directos y 15.000 indirectos.

La colaboración público-privada es más necesaria que nunca para que salga adelante la unión de estaciones y no se desinfle el proyecto. El Gobierno de Aragón debe concretar con más precisión cuándo comienza a realizarse la primera fase de un plan que  permitirá que las estaciones aragonesas puedan competir sin complejos con el mercado internacional.