Las aragonesas cobran un 26% menos que los hombres por realizar el mismo trabajo

Las mujeres aragonesas tendrían que emplear 94 días más para lograr el mismo sueldo que cobra un hombre por realizar idéntico trabajo. La brecha salarial asciende al 16% en España a pesar de que las mujeres obtienen, de media, mejores resultados académicos que los hombres en la escuela y la universidad.

Zaragoza.- La brecha salarial entre mujeres y hombres en la Comunidad aragonesa alcanza el 25,96%, o lo que es lo mismo, las aragonesas deberían trabajar 94 días más que un hombre para recibir el mismo salario por realizar el mismo trabajo.

Esta diferencia supera a la media nacional del 24,8%, donde las mujeres tendrían que trabajar 90 días más y posiciona a Aragón como la segunda peor. Eso a pesar de que la media de resultados académicos es mayor en mujeres y también el número de graduadas. Y es que la mayor desigualdad se da en los puestos mejor cualificados. Asimismo, el 79% de los contratos a tiempo parcial los tienen las mujeres.

Este sábado se conmemora en España el “Día de la Igualdad Salarial”. El objetivo de esta efeméride, es poner de manifiesto que mujeres y hombres no ganan lo mismo por la realización del mismo trabajo o de trabajos de igual valor, o dicho de otra forma, que las mujeres tienen que trabajar mucho más tiempo para ganar lo mismo que los hombres. Todo ello, a pesar del elevado desarrollo normativo y de los grandes avances conseguidos en materia de igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres en los últimos años, tanto en el ámbito europeo como en el nacional.

Las diferencias salariales entre mujeres y hombres, comúnmente conocida como brecha salarial de género, mide la diferencia entre los ingresos brutos medios (salarios más complementos) por hora de los hombres y las mujeres ocupadas, como porcentaje respecto a los ingresos brutos medios por hora de los hombres. Así, las mujeres en España ganan de media un 16,33 % menos por hora que los hombres (según datos publicados por el INE en la última Encuesta Anual de Estructura Salarial, la correspondiente al año 2011).

Según los datos provisionales de Eurostat para el año 2011 la brecha salarial de género en España es del 17,8%, algo más de un punto y medio porcentual por encima del promedio de la Unión Europea, lo que nos sitúa al mismo nivel que otros estados miembros como Holanda, Dinamarca o Finlandia.

La brecha salarial de género es uno de los más notorios ejemplos de la desigualdad que, aún hoy, persiste en el mercado laboral entre mujeres y hombres. Estas desigualdades salariales existen a pesar de que las mujeres obtienen, de media, mejores resultados académicos que los hombres en la escuela y la universidad y de que representan un porcentaje mayor que los hombres en el número de graduaciones universitarias.

La brecha salarial entre mujeres y hombres difiere si se tienen en cuenta múltiples variables (tipo de contrato, jornada, ocupación, antigüedad, edad, nivel de estudios, etc.) que influyen decisivamente en las diferencias existentes. Las variables que determinan la brecha salarial de género son numerosas y complejas y reflejan tanto la discriminación existente por razón de sexo, como las desigualdades vinculadas a la educación y al mercado de trabajo, pudiendo resumirse, como ha puesto de manifiesto el Consejo de la Unión Europea (2010/C 345/01), en seis grandes aspectos como la segregación vertical del mercado de trabajo. Las mujeres, por lo general, ocupan puestos peor pagados, tienen menor seguridad en el empleo y se enfrentan a más obstáculos para su carrera profesional.

También por la dificultad para conciliar vida personal, familiar y laboral, así como la distribución desigual de las responsabilidades familiares y domésticas, influye en la decisión sobre la elección de la trayectoria profesional, en un mayor uso de jornadas a tiempo parcial y en interrupciones más frecuentes de la carrera, que repercute negativamente en su evolución profesional y en la percepción de rentas.

Asimismo se observa una falta de transparencia de las retribuciones, es otro de los motivos que favorecen la persistencia de discriminaciones salariales por razón de género.

Finalmente, puede afirmarse que la Encuestas de Estructura Salarial de los últimos años y los recientes estudios realizados en materia retributiva, evidencian que son las mujeres, sea cual sea su ocupación, grupo profesional, tipo de contrato o jornada laboral, incluso, independientemente de la Comunidad Autónoma donde residan, quienes soportan la desigualdad salarial de género.

La discriminación salarial afecta al período en el que las mujeres están activas en el mercado laboral, teniendo repercusiones negativas en su protección social, debido a que una menor cotización origina una menor cuantía en las prestaciones sociales.