Más del 60% del tejido industrial de Aragón confía en la mejora económica en 2014

El Indicador de Confianza Empresarial de la Cámara de Comercio de Zaragoza detecta que más del 60% de las empresas de Aragón confía en la mejora económica durante 2014. Más de la mitad de las empresas aragonesas (el 55,5%) califica el ejercicio económico anterior como malo o muy malo, el peor resultado de los últimos años.

Zaragoza.- El optimismo llega por fin a las empresas de Aragón, de la mano del tirón de las exportaciones y de las expectativas de la industria. El número de empresas que espera un año mejor (aceptable, bueno o muy bueno) resulta muy superior a las compañías con expectativas pesimistas. Así, más del 60% de las empresas aragonesas confía en que 2014 se convertirá en el año de la recuperación económica, tras un 2013 en el que han sufrido el ejercicio más duro desde 2010, según coinciden tanto el Informe de Perspectivas como el Indicador de Confianza Empresarial (ICE) que elabora la Fundación Basilio Paraíso de la Cámara de Comercio e Industria de Zaragoza.

Los estudios exponen las previsiones del tejido empresarial aragonés para 2014 y sus resultados en 2013. El optimismo –aquellos que esperan un próximo ejercicio aceptable, bueno o muy bueno- se eleva incluso por encima del 70% en las expectativas para 2015. La internacionalización de las empresas aragonesas se configura de nuevo como el factor más positivo y un 20% está mejorando sus ventas al exterior, mientras la gran mayoría se mantiene estable. Asimismo, la industria presenta unas perspectivas más optimistas (65,6% considera que resultará como mínimo aceptable, si no bueno o muy bueno) que los servicios (59,5%). En general, se percibe una menor incertidumbre sobre la evolución de la economía.

El Indicador de Confianza aporta el análisis mas actualizado que existe sobre la coyuntura empresarial de Aragón y se basa en la opinión aportada por 288 empresas aragonesas. El dato oscila entre +100 y -100; los valores positivos señalan avances en la actividad y los negativos, retrocesos. El mínimo histórico se alcanzó en el segundo trimestre de 2009 y el último dato positivo se registró en el tercer trimestre de 2007. El Indicador de Confianza de la Cámara de Comercio suele adelantar las tendencias que perciben los empresarios.

La confianza empresarial inicia 2014 en tendencia ascendente, aunque con el ICE aún en valores negativos (-18) como síntoma de que el camino hacia un crecimiento sólido aún va a ser largo y difícil. Sin embargo, es un dato similar al registrado en los primeros compases de la crisis económica, en la segunda mitad de 2008. El índice de confianza se compone de la opinión sobre la situación en el último trimestre de 2013 (-24) y las expectativas para el primer trimestre de 2014 (-12, con una significativa mejora de más de 7 puntos respecto al periodo anterior).

La otra cara de la moneda de la economía de Aragón se encuentra en los resultados del año anterior. Más de la mitad de las empresas aragonesas (el 55,5%) califica el ejercicio como malo o muy malo, el peor resultado de los últimos años. También aparece un mayor pesimismo en los servicios que en la industria, si bien ambos sectores cerraron 2013 con una valoración negativa por encima del 50% de las empresas. Lo mejor, que un 24% de las empresas exportó más. Un dato preocupante del último trimestre de 2013 apunta a que la morosidad siguió creciendo y sólo el 3,5% de las empresas aragonesas advirtió una disminución. Y además el tejido empresarial aragonés previene una tendencia similar en los primeros meses de 2014.

Las previsiones apuntan a que la creación de empleo podría experimentar un punto de inflexión en 2014, ya que el proceso de destrucción de puestos de trabajo apunta a su final. El empleo se estabiliza, ya que el 80% de las empresas lo mantendrá, un primer paso para iniciar la recuperación. También resulta significativo que el 13,7% de las empresas invertirá más cuando en 2013 sólo lo hizo el 5,5%. Por último, las empresas aragonesas apuntan en cada ICE los principales factores que limitan su actividad. Para el 87,5% el principal problema es la debilidad de la demanda, seguido de las dificultades de financiación o tesorería (42%) y el aumento de la competencia (33%).