ANTONIO LAGUARTA

"Reto a la comisión Cora a que se revise los informes que hemos hecho para que vea que no hay duplicidades”

El Gobierno central ha puesto en entredicho la Cámara de Cuentas de Aragón. Recomienda prescindir de él para evitar duplicidades. En Aragón, se apoya al organismo y el presidente asegura que no se ahorraría con su desaparición. En menos de 4 años han hecho 50 informes que no se hubieran podido elaborar sólo con el Tribunal de Cuentas.

Zaragoza.- La Cámara de Cuentas de Aragón es un órgano autonómico que hace un control y fiscalización de la gestión económico-financiera del sector público aragonés. Se creó en julio de 2010 y en todo este tiempo han hecho 50 informes. Sin embargo, el Gobierno central la ha puesto en entredicho, al considerar que hay duplicidades y un coste elevado.

La clase política, las Cortes de Aragón y la ciudadanía apoyan a la Cámara de Cuentas. Su presidente, Antonio Laguarta, asegura que no hay duplicidades y que su labor está coordinada con el Tribunal de Cuentas. Además, señala que no podría haber sido posible fiscalizar algunos entes si sólo hubiera existido el órgano estatal. 

Por otro lado, Laguarta señala que para hacer todo lo que les demandan necesitarían el doble de dotación económica que la actual. En épocas de crisis, la Cámara de Cuentas cobra más relevancia.

Pregunta.- Lo primero de todo, ¿en qué consiste la Cámara de Cuentas de Aragón?
Respuesta.- La Cámara de Cuentas es el órgano autonómico que tiene encomendado el control y fiscalización de la gestión económico financiera del sector público aragonés y, dentro de él, se comprende tanto lo que es Comunidad Autónoma como toda la Administración Local (ayuntamientos, diputaciones, comarcas) y todas las sociedades, fundaciones, consorcios y organismos autónomos. 

P.- ¿Cuál es su objetivo?
R.- Nuestro objetivo es revisar y explicar cómo gastan el dinero. Tenemos tres funciones. Una es la contable, o sea que todos los gastos e ingresos públicos estén debidamente contabilizados y en condiciones, que no haya gastos ni ingresos de los que no se dé cuenta, que se refleje la imagen fiel de la entidad, además por su valor exacto. 

Un segundo aspecto es el control de legalidad, es decir, que las cosas se hacen cómo está mandado legalmente. Si se sacan contratos que se hagan públicamente y con el procedimiento que se está haciendo, que luego se diga a quién se le ha dado, si ha habido más modificaciones o incrementos. Con eso se pretende que el ciudadano sepa cómo se gasta el dinero y que todos tengan la oportunidad de contratar con una administración pública. 

El tercero es lo que llamamos el control de eficacia, eficiencia y economía, o sea, que el dinero público se gaste lo mejor posible, que si hay un programa de cultura para el que hay un millón de euros, que ese dinero se gaste de forma que se consigan los mayores y mejores resultados, o que si una determinada actuación se puede hacer por 100 que no se gasten 150. 

P.- En estos tiempos de crisis, parece que cobra especial relevancia este órgano.
R.- Claro. En tiempos de vacas flacas creo que es cuando más se exige un control del dinero público que al final es el dinero de todos los ciudadanos. Muchas veces la ciudadanía está descontenta con los gestores públicos, con razón en muchos casos, pero muchas veces es por ignorancia porque no se sabe en qué se gasta el dinero. Nuestra función es la de un mediador profesional que emite un juicio de cómo y en qué se ha gastado el dinero público, si se ha gastado bien y que se trasmita y se haga entender a la ciudadanía. Nosotros somos ese mediador profesional que analizamos primero esas cuentas y que las traducimos a un lenguaje legible y damos un juicio técnico para saber si están bien o no. Eso es lo que plasmamos en nuestros informes, que están accesibles a quién los quiera ver, en nuestra página web.

Laguarta señala que el organismo autonómico no tiene duplicidades con el Tribunal de Cuentas
Laguarta señala que el organismo autonómico no tiene duplicidades con el Tribunal de Cuentas

P.- ¿Hacen una valoración o sólo muestran los datos?
R.- Si que hacemos una valoración para decir esto no está bien hecho, había que haberlo hecho así. Otra valoración es la legalidad, en la que decimos "el Departamento de Obras Públicas ha sacado tal contrato y lo ha hecho bien o lo ha hecho mal". Sobre todo, nuestra mayor valoración es la que hacemos de eficacia o eficiencia y decimos "para hacer el hospital en tal sitio no hacía falta haberse gastado tantos millones, se podía haber hecho con un 20% menos". Lo que no damos son valoraciones políticas. Esas las darán quien corresponda, que son los políticos y las Cortes. Nosotros somos un órgano técnico, que no entramos en el juego político. 

P.- Cerca de cumplir los cuatro años desde la creación del órgano ¿cómo es el balance?
R.- Los cuatro años los cumpliremos el 1 de julio. Ha sido un periodo de implantación de la Cámara. Cuando las Cortes nos eligieron, a los tres consejeros, no había nada, ni presupuestos. Nos dijeron: os elegimos y vosotros veréis cómo ponéis en marcha este invento. Tuvimos que empezar por buscar una sede, como nacimos en época pobre, afortunadamente, se negoció con el Ayuntamiento de Zaragoza que nos cediera gratuitamente el edificio del cubo, en la Romareda. Preparamos un presupuesto, se lo presentamos a las Cortes, con las necesidades que creíamos que había, calculamos que necesitaríamos 30 auditores. Sin embargo nos dijeron que, según la situación, empezaríamos a funcionar con la mitad. Con ese personal, que se han dedicado con mucha intensidad, hemos hecho nuestros informes, unos 50. 

Puedo decir que en tres años que llevamos funcionando, desde la Cámara de Cuentas hemos hecho más informes que el Tribunal de Cuentas del Estado en los últimos 30 años en relación con Aragón. La existencia de la Cámara se justifica por su trabajo realizado. Hemos dado nuestra opinión contable, de legalidad y de eficacia sobre muchas más materias de las que se pueden permitir un órgano central estatal, de entes muy importantes como el Ayuntamiento de Zaragoza que nunca había sido fiscalizado en su totalidad, cosa que nosotros estamos haciendo ahora y en breves días sacaremos el informe. 

P.- El Gobierno Central ha puesto en entredicho con el informe Cora la labor de la Cámara de Cuentas, ¿qué opina?
R.- Yo creo que poco tengo que opinar ahora porque lo que importa es lo que se opina en Aragón, y las Cortes de Aragón la respaldan completamente y han asegurado que la organización no corre ningún riesgo. Creo que en un sistema democrático, la Cámara de Cuentas es el órgano de cierre de todos los anteriores, el primer paso sería el Parlamento, donde en materia económica se aprueba el presupuesto de cada año y marcan los ingresos y los gastos de la Comunidad. El Ejecutivo aragonés realiza esos gastos y las obras y los servicios encomendados, pero alguien tiene al final que examinar y ver cómo se han realizado esos gastos e ingresos previstos en el presupuesto y esa entidad es la Cámara de Cuentas. En este sistema lo lógico es que si hay un Gobierno autonómico, haya un Tribunal de Cuentas autonómico.

P.- Una de las críticas que hace el Gobierno es que existen duplicidades, ¿cómo se coordina un órgano autonómico con el Tribunal de Cuentas?

El presidente de la Cámara de Cuentas se ha propuesto hacer con mayor rapidez los informes
El presidente de la Cámara de Cuentas se ha propuesto hacer con mayor rapidez los informes

R.- No hay ninguna duplicidad. Tenemos reuniones periódicas con el Tribunal de Cuentas, existen comisiones sectoriales tanto en materia autonómica, como en materia local, como en materia de normas. Hay una fluidez de comunicación, lo que procuramos es ser complementarios, cooperar y hacer programas conjuntos y evitar duplicidades. Yo reto a cualquiera, por supuesto a la famosa comisión Cora, que se vea todos los informes que se han hecho desde el Tribunal de Cuentas en 30 años sobre Aragón y los que hemos hecho la Cámara de Cuentas y verá que no hay ninguna duplicidad. El Tribunal y la Cámara nunca hemos mirado al mismo ente y por las mismas materias. En cuanto al ahorro económico, que es lo que pretendía, es de risa, porque pretende ahorrar sustituyéndola por una sección central del Tribunal de Cuentas.Bien, estará atendida por las mismas personas, o por un número equivalente, pero con el agravante de que en la Cámara autonómica tenemos retribuciones de época pobre, mientras que el Tribunal de Cuentas cuesta casi el doble por la misma tarea. 

Los dos supuestos de evitar duplicidades y de ahorro económico de los que se funda en cuanto a nuestra institución el informe Cora son falsos. No es una opinión técnica la que ha dado el informe Cora, sino es una posición política de los que no defienden más que haya Madrid y provincias, y todo el resto les sobra. 

P.- El último informe que han publicado ha sido el de la Universidad de Zaragoza, ¿cuánto se tarda en hacer uno de estos informes?
R.- Depende del tipo. Después de hacer nuestro trabajo técnico, lo ponemos a alegaciones al ente que hemos fiscalizado para que diga si está conforme o no con lo que decimos, por si acaso nosotros hemos tenido un error o falta documentación, y, una vez que hemos oído al ente fiscalizado, hacemos nuestro informe definitivo. Todo esto puede llevar, en algunos casos, dos meses y en otro lleva un año. El del Ayuntamiento de Zaragoza llevamos un año, pero es una entidad de mucha envergadura y nunca se había hecho un informe completo.

P.- ¿Cómo se toman los resultados los órganos que son analizados?
R.- Hasta ahora, han sido bien recibidos. El último capítulo de nuestros informes siempre son recomendaciones, de los aciertos y de los fallos que hemos podido encontrar, recomendamos que se cambien determinadas actuaciones o que se hagan determinadas otras. Recomendamos lo que se llaman "buenas prácticas". Hasta ahora rebeldía no hemos visto. Por ejemplo, la Universidad de Zaragoza fue una que tuvo buena repercusión en prensa y corrigieron en seguida, según nuestra recomendación. Lo mismo puedo decir de la DGA o de ayutamientos.

P.- ¿Hay rebeldía a la hora de presentar las cuentas?
R.- Más que rebeldía, lo que hay es algunos retrasos en algunas entidades. El Gobierno de Aragón cumple, en general, dentro de plazo; tiene la obligación de entregar la cuenta antes del 30 de junio del año siguiente al ejercicio al que se refiere y prácticamente ha cumplido, salvo un año que se retrasó unos días. 

Antonio Laguarta es el presidente de la Cámara de Cuentas
Antonio Laguarta es el presidente de la Cámara de Cuentas

El problema está en las entidades locales, pero dentro de ellas, la mayor parte son pequeñas con una administración corta. Los ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes, que en Aragón son mayoría, no tienen interventor, tienen una persona con una gran carga de trabajo que es el secretario interventor, que tiene que atender todo. Lo que hemos pedido es que por parte de otras instituciones se les preste apoyo a los ayuntamientos que tienen que presentar sus cuentas en plazo.

P.- Más que por no querer es por no poder ¿no?
R.- De todo puede haber. Hay algunos casos en los que dices este Ayuntamiento o esta Mancomunidad o esta Comarca tiene capacidad suficiente para haber presentado sus cuentas y en este momento hay un Ayuntamiento que anda por los 15.000 habitantes que no ha presentado todavía la cuenta del año 2012, o sea, estamos llevando más de un año de tiempo. Es cuestión de que se priorice las cuentas y de que seáis conscientes de que un gestor público tiene que dar cuenta de lo que hace. Un gestor público tiene que gestionar bien y dar cuentas y explicar cómo lo ha hecho.

P.- ¿Por dónde pasa el futuro de la Cámara de Cuentas?
R.- La Cámara de Cuentas tiene mucha tarea por delante, lo que nos hemos propuesto ha sido emitir nuestros informes lo más rápido posible, para que sean útiles. La experiencia del Tribunal de Cuentas era que emitía informes de cuentas de hace cuatro o cinco años, la mayor parte de los gestores públicos ya no estaban ni el ejercicio de su cargo. Nuestro propósito es emitir los informes al año siguiente al que se refieren, para que los gestores puedan tomar cuenta y se les pueda cómo lo han hecho.

P.- ¿Es un esfuerzo mayor por su parte no?
R.- Necesitaríamos más medios. Nosotros funcionamos con la prioridad que nos marcan las Cortes. Nos dicen cuáles son los asuntos que, desde el punto de vista político, son necesarios, por un criterio técnico o contable. Las Cortes nos están exigiendo bastante, procuramos estar a la altura, pero necesitaríamos más medios. Notamos que hay materias en las que nos gustaría entrar, pero que no podemos porque si entramos en esa dejamos de mirar a otra que nos viene marcada. Creo que con una dotación que se acercaría al doble de la que tenemos funcionaríamos mejor.