Máximo consenso en Don Jaime

La peatonalización de Don Jaime I fue el anuncio estrella del alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, en el último Debate sobre el estado de la Ciudad. Tres meses después sigue sin haber ni rastro de proyecto ni de partida presupuestaria para ejecutar una obra muy controvertida para vecinos, comerciantes y taxistas. Parece que el equipo de gobierno ha recapacitado y buscará un mayor consenso antes de introducir la piqueta en el centro de la capital aragonesa.

La peatonalización de Don Jaime I fue el anuncio estrella del alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, en el último Debate sobre el estado de la Ciudad. Tres meses después sigue sin haber ni rastro de proyecto ni de partida presupuestaria para ejecutar una obra muy controvertida para vecinos, comerciantes y taxistas. Parece que el equipo de gobierno ha recapacitado y buscará un mayor consenso antes de introducir la piqueta en el centro de la capital aragonesa.

La mayoría de los comerciantes de la calle han mostrado su rechazo a la propuesta y han iniciado una recogida de firmas en su contra. Se quejan de que afectará a sus negocios y de que la interrupción del tráfico en esa arteria provocará problemas de movilidad, especialmente para los vecinos de la Margen Izquierda. Éstos sufrirán el desvío de varias líneas de autobús por la calle de San Vicente de Paúl.

Según el vicealcalde de Zaragoza, Fernando Gimeno, se trata de una obra sencilla, que sólo duraría durante los meses de verano. Pese a ello, el Ayuntamiento tiene que abordar a fondo cuáles son sus prioridades actuales para invertir el poco dinero que tiene. La reforma de la avenida de Cataluña y la avenida de Navarra son obras más necesarias y demandadas.

Antes de impulsar un proyecto de estas características, hay que realizar un estudio detallado de las zonas aledañas para evitar realizar vías peatonalizadas por tramos y perjudicar el tránsito en otras, como las calles Mayor y San Jorge, que quedarían en fondo de saco.

La peatonalización de esta importante vía de comunicación para una buena parte de la ciudad nunca deberá hacerse por imposición, sino que debe nacer y ejecutarse de una posición consensuada de comerciantes, vecinos y partidos políticos. En juego está el sustento de muchas familias y la calidad de vida de cientos de ciudadanos. Nadie quiere que se repitan las imágenes vividas en el Gamonal en la ciudad de Zaragoza.