Zaragoza.- La desorganización en el guardarropa del pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza, donde la pasada noche se celebraba un cotillón de Nochevieja, ha acabado con dos detenidos y la presentación de numerosas denuncias por pérdida de prendas de abrigo y objetos personales, según han informado fuentes de la Jefatura Superior de Policía.
El suceso se generó por la rotura de una barra del guardarropa. Muchos clientes, al terminar la fiesta, acudieron a por sus abrigos y se encontraron con que habían perdido las identificaciones y se habían mezclado en el suelo. Por consiguiente, algunas personas se habían llevado abrigos que no eran suyos.
Algunos usuarios no encontraban sus abrigos y otros estaban desaparecidos, muchos con objetos personales, por lo que se decidió dar aviso a la Policía Nacional.
Cuando llegaron los efectivos policiales se encontraron con una situación de nervios, gritos y descontrol. Una vez que la situación se había calmado y se había recomendado a los clientes interponer una reclamación ante la organización así como denuncias en la Policía Nacional, se volvió a organizar otra discusión en las filas de reclamaciones, lo que acabó con dos personas detenidas por desobediencia y resistencia a la autoridad.
Así, la Policía ha recomendado a todos los que hayan perdido objetos o prendas de abrigo que primero pongan una reclamación ante la organización, Dreamland, y posteriormente ante las autoridades.
La Jefatura Superior de Policía ha confirmado que se están empezando a recibir denuncias de afectados pero desconocen el número, ya que han asegurado que mucha gente esperará a poner la demanda.
La página web de la organización está registrando numerosas quejas de los clientes, ya que además del problema del guardarropa, también se quejan por la escasez de barras y personal para atender el servicio de bebidas.
La empresa organizadora del cotillón ha explicado en su página de Facebook que están tan decepcionados como los clientes “por la increíble escasez de medios que pusieron las barras para atendernos, así como por el desastre que se montó en el guardarropa”. Además, han asegurado que los que trabajaban en este servicio “se vieron desbordados por la mala organización del mismo”.
Los asistentes al cotillón habían pagado entre 40 y 55 euros.
