GERARDO LAHUERTA

"Etopia se ve como un centro elitista y el gran objetivo es abrirlo a toda la ciudad"

Un espacio para la cultura y la tecnología, una incubadora de empresas y una residencia para creadores. Etopia nace como un centro de innovación y creatividad para dar respuesta a las necesidades del siglo XXI. Este edificio ya ha abierto sus puertas y ahora el reto es darlo a conocer y ponerlo al alcance de todos los ciudadanos.

Zaragoza.- Su enorme fachada creada con luces led avanzan lo que se puede encontrar en su interior. Etopia Centro de Arte y Tecnología es un espacio dedicado a la cultura, la tecnología, las empresas y los creadores. El edificio comenzó su actividad en septiembre, pero fue el V Congreso Iberoamericano de Cultura el que protagonizó su puesta de largo.

Gerardo Lahuerta lleva tres meses al mando de este nuevo equipamiento, ubicado entre la Intermodal y el puente del Tercer Milenio, y tiene los objetivos muy claros. Por un lado, convertir a Zaragoza en un referente en la cultura digital y el concepto de Smart City o ciudad inteligente. Por otra parte, quiere que Etopia deje de ser ese gran desconocido, de forma que todos los zaragozanos puedan sacarle partido.

Pregunta.- El Centro de Arte y Tecnología Etopia nace como un centro de innovación y creatividad para las necesidades del siglo XXI. ¿Cuáles son estas necesidades en Zaragoza?
R.- Todo esto parte del concepto de Ciudad Inteligente o Smart City. Se remonta a 2003. Se trata de una gestión inteligente de las ciudades y cómo influyen las nuevas tecnologías en el desarrollo urbanístico de las mismas. Etopia debe su nombre a un libro de William J. Mitchell, creo que el único traducido al español, y el concepto significa precisamente esto. Algo que puede ser una utopía, por lo que el autor decide cambiar la “u” por la “e” de “electrónico”.

Este centro se conoció originariamente como Centro de Arte y Tecnología y va a aglutinar también proyectos relacionados con el concepto Smart City o ciudades inteligentes.

P.- ¿Qué objetivos esperan cumplir con este equipamiento?
R.- Etopia es un centro global y multidisciplinar. Por un lado pretendemos que sea un reflejo de Zaragoza como referente a nivel nacional de ciudades inteligentes. Se trata de aglutinar todos los esfuerzos municipales y recopilar los proyectos relacionados con la ciudad inteligente para que se coordinen desde aquí.

También queremos crear una comunidad de artistas e innovadores y, además, habrá una parte destinada a incubación empresarial y queremos generar empleo y riqueza en la Comunidad Autónoma. En definitiva, debemos aprovechar que es un centro único a nivel nacional para ser un referente.

P.- Una de las grandes diferencias que presenta Etopia con cualquier otro equipamiento cultural es la residencia para creadores, ¿cómo se le va a sacar partido?
R.- En noviembre tuvimos la residencia ocupada con diez artistas latinoamericanos de arte digital. Durante el V Congreso Iberoamericano de Cultura tuvimos a 30 emprendedores ganadores del concurso que también se alojaron aquí.

Cuando me incorporé a este proyecto hace tres meses no entendía muy bien el concepto de residencia dentro de un centro de esta índole y ahora me he dado cuenta de que va a ser el pulmón del edificio. No es un hotel. Es un lugar donde se comparten espacios, proyectos y se generan muchas sinergias.

El reto es acercar el centro a los ciudadanos
El reto es acercar el centro a los ciudadanos

La vamos a explotar con diversos convenios y programas con otros centros a nivel internacional. Ya hay uno con la Organización de Estados Iberoamericanos.

P.- Con este centro también se pretende impulsar el empleo a través de la incubadora de empresas...
R.- Éste es quizá el negocio en el que el Ayuntamiento tiene más experiencia porque va a ser la tercera incubadora de la ciudad. Los otros centros están ocupados al 100% y al 80%. La filosofía es que el Ayuntamiento no alquila metros cuadrados, sino que se les asesora legalmente y tienen también un programa de aceleración. Están un periodo de dos años, el tiempo suficiente para comprobar si es fiable.

Los centros de incubación empresarial que ya existen son un poco más locales y el nuestro, que contará con dos plantas, pretendemos que tenga una proyección un poco más internacional.

P.- Este centro tiene un espacio concreto para empresas, otro para creadores, pero ¿cómo puede sacarle partido el ciudadano de a pie?
R.- Éste es el gran reto. Lo que pretendo es que la gente deje de preguntarme dónde trabajo y qué es lo que hago. Antes de que la sociedad se pueda beneficiar tienen que conocer el centro. Estamos en esta primera fase porque llevamos sólo tres meses. Lo queremos abrir al ciudadano y para ello preparamos actividades como las colonias Etopia Kids. Queremos que sea un centro abierto para toda la ciudad. Que las juntas de distrito de Delicias y La Almozara lo vengan a conocer.

El problema que veo en esto es la publicidad y difusión que le tenemos que hacer porque desde fuera se ve como un centro elitista, destinado a artistas de las nuevas tecnologías y el arte digital y el gran objetivo es abrirlo a la ciudad.

Cuando la gente deje de preguntar qué es Etopia será señal de que lo empiezan a conocer y de que lo hemos abierto más a la ciudadanía. Lo que me gustaría es tenerlo lleno continuamente de muchísima actividad.

P.- Situar a Zaragoza a la vanguardia de la cultura digital ha supuesto con este edificio 21 millones de euros. A pesar de que se consiguió reducir un 27% el presupuesto inicial, muchos han criticado una obra de esta envergadura en estos tiempos tan difíciles.
R.- Por un lado hay una pretensión de conseguir que el equipamiento sea sostenible a través de ingresos propios. Está compuesto por un gran auditorio, dos salas de exposiciones, de aulas de formación, salas de reuniones, laboratorios audiovisuales, una cafetería, una tienda…

Es tan sencillo como establecer un precio público por utilizar este equipamiento para que genere ingresos, pero también está la teoría de ser capaces de hacer que sea un generador de riqueza de manera que se establezcan empresas, funcionen y reviertan sus beneficios a la ciudad. Tiene que ser un instrumento para que no sólo ganemos nosotros.

Por poner un ejemplo, estuvo con nosotros un artista zaragozano, Néstor Lizalde, al que le tengo mucho aprecio. No se le ha retribuido pero a raíz del Congreso Iberoamericano y de las exposiciones que ha montado, le han surgido unas oportunidades muy buenas de trabajo.

Lahuerta lleva tres meses como director de Etopia Centro de Arte y Tecnología
Lahuerta lleva tres meses como director de Etopia Centro de Arte y Tecnología

Actividades y retos futuros

P.- Uno de los grandes eventos que ha albergado es el V Congreso Iberoamericano de Cultura. Un acto que, desde el Ayuntamiento, han calificado como un “hito histórico”. ¿Qué ha supuesto para Etopia?
R.- Ha sido el motor para que se haya inaugurado. Además, no se había celebrado nunca en España. Se hizo a caballo entre Etopia y el Palacio de Congresos y ha servido para darlo a conocer. Fueron 1.500 inscritos. La gente venía a ver el centro y nos decían que no habían visto un edificio como el nuestro. Han sido tres meses de mucho trabajo. En noviembre las cosas fueron francamente bien y ahora se trata de aprovechar el escaparate del congreso para seguir trabajando.

P.- Este congreso fue en noviembre, pero el centro comenzó a funcionar en septiembre. ¿Cuántas actividades ha celebrado hasta ahora?
R.- En realidad la primera actividad fue en julio, cuando se organizó un acto de dos días en el que asistió incluso la premio Príncipe de Asturias Saskia Sassen. Desde septiembre se han organizado eventos prácticamente todos los fines de semana.

El programa lo elabora Zaragoza Ciudad del Conocimiento que son quienes han dotado de contenido al centro con una media de asistentes de 200 y 300 personas.

P.- El alcalde Juan Alberto Belloch anunció en el pasado Debate sobre el estado de la Ciudad que uno de los objetivos de cara al próximo año es convertir a Etopia en un “referente y símbolo” de la Zaragoza del Conocimiento.
R.- Han sido tres meses muy duros y ahora toca analizar este final de año para marcarnos los objetivos del año que viene. Hay una serie de convenios escritos con diferentes organizaciones, estamos en conversaciones con la Universidad de Zaragoza, el proyecto de Urban Milla Lab ya tiene con tres empresas que se incorporarán, se espera que la incubadora comience a funcionar a principio de año, también tendremos un taller de fabricación digital…

Todo esto arrancará el año que viene, pero todo está sobre la mesa.

P.- ¿Está en estos momentos a pleno rendimiento, o falta algo por cerrar?
R.- Falta sacar a licitación la cafetería, así como la tienda. El taller de fabricación digital está ocupado por una de las exposiciones del V Congreso Iberoamericano de Cultura que se irá en enero y sacaremos a concurso la gestión del taller. Hay dos salas de exposiciones, de las que sólo una está ocupada.

P.- Todos estos proyectos de cara a 2014 han tenido que ajustarse a la situación económica del Ayuntamiento...
R.- Este es el mayor problema. Si este proyecto hubiera nacido en otra etapa todo habría sido más fácil. Ahora hay que agudizar un poco el ingenio. Los presupuestos del año que viene no van a ser mucho mejores que este y no queda otro escenario que funcionar con convenios.

La situación es muy complicada. A nivel de personal, es un edificio de 16.000 metros y estamos los que estamos. Las circunstancias no son tremendamente favorables pero yo estoy muy ilusionado. Además hay un respaldo tremendo por parte de la corporación porque, junto con el tranvía, diría que es el proyecto de esta legislatura.