Uno de los Zapato Veloz: "Nos hemos ido de Borja porque tenemos reparo a que nos señalen en el pueblo"

La Operación Espino, llevada acabo por la Guardia Civil, finalizó con la detención del cura de Borja y de cinco miembros del clan gitano denominado “Zapato Veloz”. Estos últimos han decidido irse del municipio por tener “reparo a que les señalen del pueblo”. Uno de ellos, Luis Carbonell, defiende la inocencia del párroco.

Zaragoza.- Junto con el párroco de Borja, cinco miembros de una familia, conocida como “Zapato Veloz”, fueron arrestados en el marco de la Operación Espino, llevada a cabo por la Guardia Civil. Todos ellos están en libertad e imputados por un delito de extorsiones y otro de banda organizada. Vivían en la localidad borjana, pero han decidido marcharse.

Así lo ha asegurado uno de ellos, Luis Carbonell, que, en declaraciones a ARAGÓN PRESS, ha reconocido que “tienen reparo a que les señalen en el pueblo”. Por ello, se han ido a vivir a una localidad cercana en la que viven otros familiares.

“Nosotros no tenemos la culpa de lo que le ha pasado a Florencio, así que volveremos cuando nos digan que somos inocentes”, ha señalado Carbonell, mientras reconocía que está siendo algo “muy angustioso”.

Este joven ha defendido a mosén Florencio y ha rechazado las afirmaciones del testigo Santiago, alias “El Calamar”, porque, en su opinión, “se están desvaneciendo y se está demostrando que son mentira”. “Estamos mejor al saber que nuestro cura ya se encuentra en la calle”, ha afirmado.

Luis Carbonell sí ha reconocido haber recibido dinero del cura pero “no esas cantidades que dicen”. “Me quedé a cuadros cuando lo oí porque un sacerdote no tiene tanto dinero”, ha afirmado. Entre las ayudas que él habría recibido serían, tal y como ha señalado, 2.000 euros para el pago de un abogado.

El testigo afirmó que los “Zapato Veloz” habían aumentado su poder adquisitivo, gracias a la extorsión que estaban haciendo. Como adelantó este medio, éstos se habrían comprado varios coches de alta gama, si bien hoy Carbonell ha aseverado: “No hay ninguno registrado a mi nombre. Es verdad que los he llevado, pero eran de mis amigos”.

La investigación emprendida por el Instituto Armado comenzó después de que el párroco de Borja interpusiera dos denuncias por estafa. Una de ellas fue contra José Luis Carbonell, uno de los miembros de este clan y primo de Luis, por la cantidad de 50.000 euros. Sobre esto, Luis Carbonell ha recalcado que “conoce muy bien a José Luis y que nunca le ha visto con esas cantidades”. “Don Florencio le denunció por sus motivos, pero jamás le he visto con esas cantidades”, ha concluido.