Zaragoza.- Más de un centenar de personas han reclamado la protección de Averly con una visita guiada por varias zonas de Zaragoza donde hay objetos fundidos por la empresa. Así, el encuentro ha comenzado a las 11.00 horas en la famosa rana de César Augusto.
La visita ha continuado por las columnas de los porches de enfrente del Mercado Central, para después trasladarse a la fuente de la Samaritana, fundida por Averly, “todo el primer abastecimiento de agua de Zaragoza lo hizo la compañía”, ha comentado el portavoz de la plataforma “Salvemos Averly”, Carlos Blázquez, y ha añadido que esta fuente es la última que queda.
La Basílica del Pilar y La Seo han sido los siguientes puntos que han visitado para contemplar las columnas de ambas catedrales. Después se han trasladado al pasaje del Ciclón en la calle Alfonso y al Teatro Principal.
Antes de llegar a Averly, se han parado en la estatua del Justicia en la plaza Aragón. “Esta es la mayor estatua que se fundió”, ha apostillado Blázquez y también han visto el Paraninfo. El portavoz ha explicado que no sólo en Zaragoza hay restos de Averly, “sino que en toda geografía española, incluso en los pueblos más remotos”.
Este acto ha concluido en Averly, en el paseo María Agustín de Zaragoza, con un “abrazo” a los restos de la empresa. Allí se ha leído un manifiesto en el que critican la actuación del Gobierno de Aragón ante la catalogación de la histórica Fundición Averly, ya que, consideran, que es una “aberración” y que no hay razones científicas, técnicas, culturales o patrimoniales que sujeten dicha propuesta.
De esta manera, la plataforma presentó dos escritos de alegaciones ante la resolución de la Dirección General de Patrimonio Cultural para declarar Bien Catalogado una parte “mínima” de la fundición. “Pero no nos han hecho caso”, ha lamentado Carlos Bláquez. Por esto, han asegurado que van a emprender acciones legales contra la DGA.
“Nos parece una burla lo que están haciendo desde la Dirección General”, ha señalado al mismo tiempo que ha asegurado que “lo más sangrante” es que la catalogación la hayan hecho arquitectos y arqueólogos que “no tienen ninguna capacidad para realizarla”.
Por esto, ha reiterado que todo el tema está en manos de los abogados, porque creen que hay “cosas muy turbias”. “Es una salvajada lo del Gobierno, están protegiendo a constructores y no al patrimonio”, ha concluido.
