Condenado a pagar 400 euros el dueño del perro que fue abatido a tiros por la Policía Local

El dueño del perro que fue abatido a tiros por la Policía Local en un parque ha sido condenado por un delito contra intereses generales y también se le hace penalmente responsable de una falta contra el orden público. Tendrá que pagar 400 euros al considerar que el animal suponía un peligro y se abalanzó contra el agente para morderle.

Zaragoza.- El Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza ha emitido la sentencia sobre el caso del perro que fue abatido a tiros por un agente de la Policía Local. El fallo condena al dueño del animal a pagar 400 euros por sendos delitos contra los intereses generales y contra el orden público.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 14 de junio, cuando un joven que caminaba por las inmediaciones de Vía Hispanidad advirtió que un perro de unos 75 kilos de peso corría suelto por la calle “haciendo ademán en varias ocasiones de cruzar la calzada”. Al no poder atraparlo, pidió ayuda a dos funcionarios de la Policía Local.

La sentencia señala que la agente se agachó para llamar al perro y éste se acercó en actitud agresiva. Fue cuando un señor que estaba al lado en la terraza de un bar cogió una silla para ahuyentarle. El dueño del animal apareció en ese momento “notando los dos policías que se encontraba muy alterado”, según manifiesta la sentencia.

La persecución continuó hasta una explanada situada en la zona de la calle de Berenguer de Entenza, donde el animal se puso agresivo con otro joven que paseaba a su mascota. “El perro cada vez estaba más agresivo hasta que se dirigió al policía, quien desenfundó su arma reglamentaria para disparar al mastín cuando éste se lanzó contra él para morderle”, expone la sentencia.

El juez ha declarado que aunque el perro no fuera un animal feroz, “sí que era un animal doméstico muy dañino que quedó suelto por voluntad del denunciado, situándose en condiciones de causar mal a terceras personas”.

En los autos también queda reflejada la “despreocupación” del denunciado por no llevar al perro atado. Además, señala que cuando apareció el dueño mostró una actitud “cuanto menos incoherente”.

Por todo ello, se le ha condenado como autor penalmente responsable de una falta contra los intereses generales, para lo que define una multa de un mes con una cuota diaria de ocho euros. Igualmente, se le condena por otro delito contra el orden público, también definida a la pena de multa de 20 días con una cuota diaria de otros ocho euros. Lo que hace un total de 400 euros.