Atribuyen la autoría de la bomba a grupos anarquistas y antisistema

Fuentes de la lucha antiterrorista atribuyen la autoría de la bomba a grupos anarquistas y antisistema. Los artefactos de estos grupos son rudimentarios, pero tienen un detalle de gran peligrosidad: varias de las bombas que han puesto estos antisistema en otros lugares llevaban una carga de tornillos.

Bilbao (Vascopress).- El artefacto de fabricación casera que ha hecho explosión este mediodía en el interior de la Basílica del Pilar de Zaragoza es atribuido en medios policiales a grupos anarquistas y antisistema que en los últimos meses han incrementado sus actividades violentas, según informaron fuentes de la lucha antiterrorista.

El pasado mes de mayo la policía desactivó otro artefacto que había sido colocado en el interior de la catedral de La Almudena de Madrid.

Las autoridades españolas están siguiendo de cerca los movimientos de grupos de carácter anarquista ante el incremento de actos violentos que se han registrado en los últimos meses. Las Fuerzas de Seguridad han elevado la alerta ante este fenómeno violento que se ha traducido en varias bombas en los últimos cuatro meses.

Una peculiaridad del terrorismo anarquista actual es la existencia de estrechas vinculaciones entre grupos de diversos países. Los grupos más activos están actuando en Grecia y en Italia y ambos tienen conexión con los grupos anarquistas y antisistema españoles.

Desde el pasado mes de diciembre se han dado sucesivos episodios de corte anarquista. El 20 de diciembre de 2012, una bomba fabricada con una cafetera hizo explosión en una sucursal bancaria de Barcelona provocando daños materiales. El artefacto tenía tornillos y tuercas a modo de metralla.

En enero, la policía desactivó una carta bomba que iba dirigida al obispo de Pamplona. El mismo mes, una empleada de una oficina de Correos en Vallecas resultó herida leve al estallar una carta bomba cuando estaba clasificando la correspondencia. El artefacto, enviado desde la localidad catalana de Sant Cugat del Vallés, iba dirigido al director de un colegio regentado por los Legionarios de Cristo en Alcobendas.

Ya el 7 de febrero la Policía desactivó una bomba colocada dentro de la catedral madrileña de La Almudena. El artefacto estaba fabricado con 1.200 gramos de pólvora y tenía tornillería. La bomba fue descubierta a tiempo por un sacerdote que dio aviso a la policía. El atentado fallido fue asumido por un autodenominado Comando insurreccionalista Mateo Morral.

También el 13 de marzo, la policía provocó una explosión controlada de un artefacto explosivo colocado junto a un edificio de la Fiscalía, en la calle Capitán Haya de Madrid. La bomba tenía pólvora y también tornillos.

Finalmente, el 19 de septiembre, se desactivó un artefacto colocado en unas oficinas del Banco Mediolanum situadas en la confluencia de la avenida Diagonal y la calle Capitán Arenas de Barcelona. Unos días antes la policía catalana desactivó otro artefacto que había sido enviado a una gestoría de la misma ciudad.

Los artefactos son rudimentarios, pero tienen un detalle que les confiere una gran peligrosidad. La policía destaca el hecho de que varias de las bombas llevaban una carga de tornillos que podía provocar un efecto metralla incrementando los riesgos de causar daños personales.

Los tres primeros artefactos fueron asumidos por un grupo que se hace llamar "Club de artesanos del café para sus nuevos usos (ocasionalmente espectacular) FAI/FRI y Grupo Anticlerical para el fomento del uso del juguete sexual". Las iniciales de FAI-FRI se corresponden a la Federación Anarquista Informal-Frente Revolucionario Internacional, una organización italiana responsable del envío de varios paquetes bomba en su país y en Alemania.

La FAI-FRI es uno de los grupos anarquistas de mayor actividad, junto a la organización griega conocida como Conspiración de las Células del Fuego. El pasado año, las autoridades italianas realizaron una redada contra miembros de la FAI-FRI con apoyo de la policía de Alemania y Suiza. En esa operación fueron capturados diez militantes de esa organización. Uno de los acusados de formar parte es ese grupo es un ciudadano español que se encontraba encarcelado en Alemania por delitos comunes y que posteriormente ha sido extraditado a España.

La FAI italiana envió en el año 2011 tres cartas bomba a Alemania. La policía de este país logró desactivar uno de los artefactos y descubrió un mensaje en el que se reclamaba la puesta en libertad del ciudadano español.

Uno de los grupos integrados en la FAI es la denominada Célula contra el Capital, la Cárcel, los Carceleros y sus Celdas, responsable de varios atentados contra intereses españoles en Italia y del envío, hace unos años, de de una carta bomba a la redacción de "El País" en Barcelona. La FAI ha enviado cartas bomba a una gran cantidad de responsables políticos europeos. Romano Prodi se salvó de milagro al estallarle entre las manos una bomba incendiaria que había recibido por correo.

Forma también parte de la FAI un grupo italiano denominado "Cooperativa Artesana Fuego y Afines (ocasionalmente espectacular)", un nombre similar al del grupo español que se atribuyó la carta bomba enviada al arzobispo de Pamplona y al director de un colegio religioso de Madrid. Los "artesanos del café" asumieron también la colocación de la cafetera bomba en una oficina bancaria de Barcelona.

La solidaridad con los presos es una de las motivaciones más relevantes de los grupos anarquistas. Incluso en los últimos años se ha detectado que organizaciones de esta ideología han participado en campañas de apoyo a miembros de los Grapo encarcelados.