Zaragoza.- La Dirección de Tata Hispano Motors Carrocera, responsable operativa de la fábrica de Zaragoza, ha informado este martes al comité de empresa del cese de la producción de la planta de la capital aragonesa. Los representantes de los trabajadores deberán ahora formar la comisión negociadora para iniciar formalmente el periodo de consultas, con el objetivo de pactar un plan social para los 287 empleados que trabajan en la fábrica.
La decisión de cesar la actividad de Tata Hispano Motors Carrocera, "inevitable e irreversible, se toma tras constatar que los esfuerzos realizados hasta la fecha no han conseguido mejorar los resultados ni revertir la mala situación y las peores perspectivas de la planta", señalan desde la empresa.
En los últimos cinco años, la fábrica de Tata Hispano Motors Carrocera ha acumulado pérdidas de explotación más de 60 millones de euros, y presenta una progresiva y constante caída de su producción y de sus ventas en los últimos años, en gran medida por la grave caída del sector (el mercado de autobuses ha sufrido un descenso del 38% en el número de matriculaciones). "Según las previsiones, la acumulación creciente de pérdidas operativas que se prevén para los próximos años hace inviable la continuidad de la planta", explican.
La Dirección de Tata Hispano Motors Carrocera ha informado al comité de empresa de la fábrica de la decisión de cesar definitivamente la producción, que está previsto que termine en octubre de 2013 una vez cumplidos los compromisos de entrega de los pedidos pendientes, y ha expresado su firme voluntad de alcanzar un acuerdo.
"Este proceso se inicia desde el más absoluto respeto hacia los trabajadores de Tata Hispano Motors Carrocera, a quienes la compañía se compromete a ofrecer un diálogo permanente y la firme voluntad de alcanzar el acuerdo más satisfactorio para ambas partes, por lo que propondrá el mejor plan social de acompañamiento que la compañía pueda abordar para ayudar a minimizar los efectos de la medida", asegura la Dirección, quien también agradece a todos los empleados de la fábrica de Zaragoza "el esfuerzo y el trabajo que han realizado a lo largo de todos estos años".
La iniciativa del grupo Benseny, que no es una oferta de compra, persigue la posibilidad de lograr cierta continuidad parcial de la actividad de la fábrica de Zaragoza.
