Una biblioteca que rompe mitos

Las bibliotecas se están renovando y atrás ha quedado el concepto de espacios silenciosos, donde sólo hay libros. Se erigen como lugares de encuentro y de convivencia, integran las nuevas tecnologías y ponen a disposición del usuario un amplio catálogo de servicios. Cubit es una de ellas.

Zaragoza.- Silencio y concentración son palabras asociadas a las bibliotecas, pero muchos de estos contenedores del conocimiento se reivindican hoy en día como lugares de encuentro y de convivencia, queriéndose alejar de alguna forma de ese concepto aburrido que para muchos lleva intrínseco estos espacios.

Cubit, ubicada en la Azucarera del Rabal, es una de esas bibliotecas que rompe moldes y mitos. Una biblioteca del siglo XXI que pone a disposición del público un amplio catálogo de libros, películas, música, cómics y hasta videojuegos, que pueden adquirirse en servicio de préstamo.

Se puso en marcha en julio de 2010 y nació con una filosofía distinta a lo que había hasta ahora: “Está abierta a cualquier persona, pero nuestro objetivo son los jóvenes, sobre todo, aquéllos que ni se identifican con el fondo infantil ni con el espacio de una biblioteca para adultos donde se está en silencio o hay salas de estudio”, señala su directora, Mari Cruz Acín.

Su diseño hace gala al privilegio de ser la primera biblioteca dedicada a jóvenes de España. Un cubo futurista, compuesto por cubos de vidrios de colores, que está unido con una "Torre de Libros" mediante puentes y escaleras. En su interior, se respira vida, inquietud. No es apto para los amantes del silencio porque, advertimos, hay música de fondo y se puede hacer ruido.

“Se puede entrar con un café para hojear la prensa, también hay salas para hacer trabajos de clase en grupo y eso es lo que fomentamos. Queremos la biblioteca sea un punto de encuentro y que se destierre ese concepto negativo que muchas veces tiene la biblioteca”, advierte su responsable.

La biblioteca Cubit cumplirá tres años en julio
La biblioteca Cubit cumplirá tres años en julio

Acín reconoce que es una biblioteca que “se sale fuera de lo normal“, con un proyecto que hace que pretende que los jóvenes hagan su espacio suyo y se animen a la lectura y al ocio alternativo. Un proyecto que ha calado en el público y que viene avalado por las cifras porque en 2012 pasaban por ella 700 personas cada día y se registraron 20.000 préstamos al trimestre.

Este espacio cuenta con zona wifi y contiene unos 30.000 fondos. Lo más demandado por el público son las novelas, las películas y series de televisión y los cómics, con mucho éxito entre gente de diferentes edades.

El reto ahora, advierte su directora, es seguir haciendo hincapié en la gente joven y que “sean ellos los que nos digan por dónde nos tenemos que mover para ir a la par de sus gustos, buscar otras formas de lectura y otras formar de ocupar un espacio público como éste”.

399.698 fondos a disposición del público

Pero además de Cubit, la red municipal de bibliotecas de Zaragoza dispone de otros 23 espacios que responden a la filosofía del Ayuntamiento en su apuesta por el acceso igualitario a la sociedad de la información, tal y como sostiene la coordinadora técnica de bibliotecas, Pilar Bes.

Cubit es una biblioteca del siglo XXI
Cubit es una biblioteca del siglo XXI

Se trata de bibliotecas al estilo clásico, que pueden encontrarse casi en cada barrio y que están instaladas en su mayoría en los centros cívicos, lo que hace que estos espacios se conviertan en lugares de relación y encuentro, apunta Bes. “Tienen mucha imbricación dentro del servicio del barrio porque colaboramos en muchas acciones y en las programaciones de los barrios como la Semana de las Letras de Torrero o la Maratón de Cuentos de San José”, explica. Además, han puesto en marcha una campaña de fomento de la lectura destinada a los más jóvenes porque, recuerda, es una hábito que perdura a lo largo de su vida.

Las bibliotecas tienen unos 75.000 socios y atesoran, a 31 de diciembre, 399.698 fondos. Un patrimonio valioso que está a disposición de todos los ciudadanos y que se incrementará este año con los 60.000 euros que hay presupuestados para adquirir nuevos materiales. Y es que, advierte Bes, "las bibliotecas no pueden sobrevivir sin presupuesto propio".

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