Proteger el legado lingüístico

El Pleno de las Cortes ha aprobado este jueves el proyecto de ley de uso, protección y promoción de las lenguas y modalidades lingüísticas propias de Aragón. Una ley que no va contra nadie y que protege de verdad las lenguas que sí son propias.

El Pleno de las Cortes ha aprobado este jueves el proyecto de ley de uso, protección y promoción de las lenguas y modalidades lingüísticas propias de Aragón. Una ley que no va contra nadie y que protege de verdad las lenguas que sí son propias.

Aragón tiene suficiente historia por sí sola y una identidad diferenciada. Lo urgente ahora es garantizar la pervivencia de algunas de las modalidades con más riesgo de desaparecer que se encuentran en el norte de la Comunidad.

Las polémicas levantadas en torno a esta ley desde fuera han enturbiado un debate parlamentario en el que se ha defendido la existencia de muy distintas realidades lingüísticas, ya que el texto no habla en ningún momento de Lapao o Lapapyp.

Fuera de ahí, los aragoneses seguirán hablando la lengua con la que se han entendido con el resto de sus conciudadanos desde que nacieron, sea el castellano, el fragatí o el ansotano.

Lo que verdaderamente preocupa a los aragoneses no es quién habla qué, sino la libertad de poder expresarse tal y como deseen y que sus hijos puedan aprenderlo, a diferencia de lo sucedido en los últimos años.