A por la segunda línea

A partir de este martes, Valdespartera y Parque Goya estarán comunicados en unos 40 minutos con el estreno completo de la primera línea del tranvía. Han sido cuatro años de obras llenos de luces y sombras, en una ciudad claramente dividida entre quienes lo apoyan y piden el inicio inmediato de la línea Este-Oeste y sus detractores, que aseguran haber sufrido un empeoramiento del tráfico.

A partir de este martes, Valdespartera y Parque Goya estarán comunicados en unos 40 minutos con el estreno completo de la primera línea del tranvía. Han sido cuatro años de obras llenos de luces y sombras, en una ciudad claramente dividida entre quienes lo apoyan y piden el inicio inmediato de la línea Este-Oeste y  sus detractores, que aseguran haber sufrido un empeoramiento del tráfico.

Para las voces críticas, su incorporación ha dejado en la ciudad un transporte desfasado, una cicatriz en forma de raíles y el cierre de persianas en numerosos comercios a lo largo del trazado. Sin embargo, el alto nivel de usuarios  -muy por encima de las expectativas- y la satisfacción que demuestran en las encuestas ha dado la razón a los que apostaron por este transporte como una revolución de la movilidad zaragozana.

Lo que nadie duda es que el tranvía es ya una realidad. Por eso ahora los trabajos no pueden frenarse ni estancarse. Hay que comenzar a buscar financiación de inmediato para que la segunda línea comience a ser algo más que un proyecto. Su impulso generaría puestos de trabajo y dinamizaría la economía de la ciudad.

Para ello, los grupos municipales tendrán que acordar primero si la decisión más acertada es Delicias o apostar por la unión de Arcosur, Plaza y Feria de Muestras con el resto de la ciudad. La más viable económicamente debería ser la prioritaria.

También habrá que corregir pronto los problemas de saturación que ya está sufriendo la primera línea. Tranvías de Zaragoza y Servicios Públicos tendrán que ponerse de acuerdo para comenzar la instalación de convoyes dobles articulados o dotar al trazado de mayores frecuencias.