ANPE aplaude que la docencia sea la profesión más valorada según el barómetro del CIS

ANPE valora los resultados del último barómetro del CIS que recoge la docencia como la profesión más valorada. Por este motivo, la asociación cree que en este difícil marco de recortes la educación debe ser una prioridad. Los maestros y profesores, en sus diferentes cuerpos y niveles, han obtenido la calificación global más alta.

Zaragoza.- La Asociación Nacional de Profesorado Estatal (ANPE) ha valorado el resultado del último barómetro de opinión del mes de febrero publicado por el CIS. De él se extrae que la docencia está considerada globalmente como la profesión mejor valorada por los españoles. Por este motivo, la asociación cree que es la hora de la educación y aseguran que “el Gobierno debe convertirla en la verdadera prioridad social y apostar por los docentes. Para ello es necesario impulsar la reforma educativa que, desde un consenso de mínimos, aleje los enfrentamientos ideológicos. Es necesaria también la negociación inmediata del Estatuto Docente, junto al impulso del reconocimiento de la autoridad docente en todo el Estado”.

Los maestros y profesores, en sus diferentes cuerpos y niveles educativos, han obtenido la calificación global más alta entre todas las que componen este estudio. Los resultados son los siguientes: maestro/a de Educación Infantil, 74.64; profesor/a de Primaria, 74.70; profesor/a de Secundaria, 73.67; profesor/a de Formación Profesional, 73.92, y profesor/a universitario/a, 75.16. Aunque en términos netos la profesión de “médico” obtiene la mayor calificación media, el barómetro del CIS otorga la máxima confianza a las diversas modalidades de docencia mencionándolas expresamente, de manera que la convierten en la profesión globalmente mejor considerada.

ANPE lleva décadas defendiendo la dignificación social de la tarea docente, llevando la voz de los docentes a los medios de comunicación, trabajando intensamente para que se reconozca la enorme dificultad y el valor intrínseco de la docencia y apoyando a los profesores tanto en la tarea sindical como a través del servicio Defensor del Profesor, disponible para todos los docentes. Por eso, los resultados de este último barómetro constituyen “un gran estímulo para seguir trabajando en defensa de la enseñanza pública y hay que recalcar que no hubieran sido posibles sin el compromiso diario, la vocación y la entrega de los profesionales de la docencia”.

Por este motivo creen que ante una reforma educativa “llega el momento de corresponder desde las administraciones al trabajo y esfuerzo de los docentes, con las siguientes medidas”.

Así pues, aseguran que “es imprescindible que la LOMCE se fundamente en un acuerdo de mínimos que alcance al modelo pedagógico, la vertebración y cohesión del sistema y la financiación, de manera que seamos capaces de conseguir un sistema educativo cohesionado y estable”.

Además, desde la asociación creen que debe priorizarse la política del profesorado, el gran olvidado en todas las reformas educativas. Para ello es necesaria la apertura de la negociación del Estatuto Docente, la norma marco que acompañe la carrera profesional desde el acceso hasta la jubilación. Este futuro Estatuto nunca podrá tener un punto de partida inferior al marco de los derechos laborales adquiridos por los docentes en las últimas décadas y debe recuperar los derechos retributivos y laborales perdidos en los últimos años. Como parte sustancial del Estatuto, debe impulsarse el reconocimiento de la autoridad docente en todo el Estado.

A este respecto ANPE Aragón manifiesta que “los docentes están sufriendo los ajustes en distintos ámbitos, paga extra, aumento de horas lectivas, supresión recientemente de un elevado número de plazas docentes en Aragón, con los consiguientes desplazamientos e inestabilidad de las plantillas, o reducción de desdobles y personal de apoyo.” Por ello, señalan que “los docentes son el recurso principal en la mejora y calidad del sistema educativo público y es evidente que la pérdida de profesores implica una menor dedicación a los alumnos, que son los mayores perjudicados”. A pesar de todo, “son globalmente la profesión más valorada, lo que debe servir para impulsar las medidas de mejora que necesita el sistema educativo”.