Desmantelamiento del bilingüismo en la escuela pública e implantación en la privada-concertada

La publicación el pasado 18 de febrero de la Orden que regula el denominado “Programa Integral de bilingüismo en Lenguas Extrajeras en Aragón (PIBLEA)” ha supuesto la confirmación de nuestras peores sospechas: en lugar de consolidar y extender los exitosos programas de enseñanza bilingüe implantados hasta ahora en la escuela pública aragonesa, el actual Gobierno de Aragón ha apostado decididamente, con alevosía y por la vía de urgencia, por su precarización y desmantelamiento en favor de su implantación en la escuela privada-concertada.

La publicación el pasado 18 de febrero de la Orden que regula el denominado “Programa Integral de bilingüismo en Lenguas Extrajeras en Aragón (PIBLEA)” ha supuesto la confirmación de nuestras peores sospechas: en lugar de consolidar y extender los exitosos programas de enseñanza bilingüe implantados hasta ahora en la escuela pública aragonesa, el actual Gobierno de Aragón ha apostado decididamente, con alevosía y por la vía de urgencia, por su precarización y desmantelamiento en favor de su implantación en la escuela privada-concertada.

Los responsables de este atentado en toda regla contra la educación de nuestros hijos, y más en concreto contra la escuela pública, tienen nombres y apellidos: la consejera de Educción, Universidad, Cultura y Deporte, María Dolores Serrat Moré, y sus subordinados Manuel Magdaleno Peña, director general de Política Educativa y Educación Permanente, y Milagros Liberal, jefa de la Unidad de Proyectos y Programas con el Exterior.

Antecedentes: secretos, mentiras y desprecios varios

Las primeras noticias sobre las intenciones de la Consejería de Educación en el inicio del verano pasado alertaron a la comunidad educativa y provocaron la movilización de profesores y Ampas. Entonces se veía venir lo peor, ahora confirmado. La Orden ha sido elaborada con secretismo, sin contar con la comunidad educativa (centros, profesores, padres y madres…), sin considerar la experiencia de los 87 centros con programas de bilingüismo o plurilingüismo de Aragón.

La movilización, sobre todo de las Ampas de los centros públicos bilingües, organizadas en dos Plataformas, motivó que en diciembre los representantes de los padres y madres fueran recibidos por Manuel Magdaleno y Milagros Liberal: entonces nos dijeron que no había motivo para la preocupación, que la norma que se estaba preparando supondría el mantenimiento de los modelos existentes y, también, en palabras de la señora Liberal, su compromiso para garantizar a esos alumnos la continuidad de la enseñanza bilingüe en Secundaria. Pero al mismo tiempo estaban diciendo que eso se iba a hacer sin aportar ni garantizar recursos y abriendo el modelo a todos los centros… La orden publicada ha confirmado nuestras sospechas, que nos mintieron con descaro. Está claro que querían desmovilizar a las familias ante la proximidad de las fechas navideñas y ganar tiempo.

El descaro y la falta de respeto a las familias se han confirmado tras la publicación del borrador de la Orden el pasado 30 de enero y la convocatoria a las Plataformas a una reunión el 6 de febrero por parte del señor Magdaleno (que luego no acudió). En esa reunión la señora Liberal llegó a decir que las familias de los centros bilingües éramos unos “cabezotas”, que no es necesario seguir estudiando en Secundaria en un centro bilingüe si ya hemos tenido “la suerte” de estudiar en Primaria y que nuestros hijos son unos “privilegiados”. Nada del “compromiso” que reiteró en la reunión mantenida en diciembre. Ninguna garantía de que en centros como el nuestro se mantenga el modelo bilingüe más allá del próximo curso.

Así, sin debatir el borrador de la Orden ni incorporar las críticas aportadas desde todos los sectores (profesorado, Plataformas de Ampas de colegios bilingües, sindicatos, Consejo Escolar…) la norma ha sido tramitada por la vía de urgencia y publicada como Orden del 14 de febrero de 2013. Quince días después de conocerse como borrador.

El negocio por encima de la educación

Lo peor de todo es que la nueva norma de la consejería encabezada por María Dolores Serrat no responde a criterios educativos ni pedagógicos. Es un atentado más contra el interés general y contra la escuela pública disfrazado con los falaces argumentos de la igualdad de oportunidades y la extensión del modelo bilingüe a todos los centros educativos “sostenidos con fondos públicos”. Estas son sus claves:

Como hemos visto, se ha gestado con secretismo y a espaldas de la comunidad educativa.

Por la vía de urgencia para que los centros privados-concertados puedan ofertarse, es decir, venderse, como bilingües ya desde el próximo curso 2013-14.

Sólo beneficia a los centros privados-concertados, sentando las bases de la desaparición de los distintos modelos bilingües implantados con éxito en la escuela pública aragonesa y modélicos a nivel nacional por su calidad. Degrada los modelos actuales de la pública y no garantiza su continuidad.

Implanta un modelo de competencia entre centros que deja abandonados a su suerte a los públicos, en clara desventaja frente a los privados-concertados. Esto es claramente así porque exige a los centros públicos que quieran ser bilingües que el profesorado que imparta las materias en lengua extranjera sean maestros (Infantil y Primaria) o profesores (Secundaria) con competencia certificada en esa lengua (titulación de nivel B2) y funcionarios con “destino definitivo en el centro”, mientras que a la privada-concertada le basta con que el centro asegure su permanencia en la plantilla (Art. 4.2.a).

Además, los privados-concertados tienen libertad para contratar a quien quieran y llevan tiempo ya “adaptándose” a esta norma: seleccionando personal con titulación en idiomas y/o formando a su profesorado para que la obtenga. En la escuela pública no es esperable ni exigible que un maestro/a con “destino definitivo”, que ha obtenido su plaza tras superar una oposición, esté interesado en formarse para obtener un título de idiomas que le permita dar las clases de su especialidad en otra lengua. Pocos centros públicos van a reunir condiciones para poder optar a ser bilingües. La desventaja de la escuela pública frente a la privada-concertada es evidente.

Y no contempla ninguna dotación presupuestaria. Los centros privados-concertados tienen una flexibilidad en su financiación que no tiene la escuela pública: ellos pueden invertir en el modelo bilingüe, los centros públicos están condicionados por los recursos que les transfiera la Administración educativa y la actual lo que está haciendo y va a hacer es recortarlos.

El sistema destruye las bases de la calidad del modelo bilingüe público ya establecido. Aunque toda la normativa superior (nacional y comunitaria) en la que dice inspirarse la Orden del Gobierno de Aragón establece la necesidad del aprendizaje efectivo de una y hasta de dos lenguas extranjeras desde una edad temprana, el PIBLEA no garantiza la implantación del bilingüismo desde Educación Infantil y, con la definición del perfil del profesorado que hace, prescinde o condena a la desaparición a los profesores colaboradores nativos, dos pilares fundamentales del aprendizaje de idiomas para nuestros hijos.

No garantiza la continuidad del bilingüismo en Educación Secundaria y Formación Profesional. Eso sí sería apostar por el aprendizaje efectivo, el dominio real de una y hasta dos lenguas extranjeras, fundamental para el futuro de nuestros hijos. Pero con esta norma el Gobierno de Aragón deja claro que sólo le interesa facilitar que eso se dé en un sector del espectro educativo, el de los centros privados-concertados.

Abre la posibilidad de que los centros de secundaria bilingües cambien de lengua extranjera, en un más que probable intento de ir desplazando la opción francés/alemán en favor de la del inglés: además de pérdida de la inversión realizada supone una ignorancia del interés estratégico que potenciar la lengua francesa tiene para una comunidad como la aragonesa con importantes vínculos culturales, económicos y geográficos con Francia.

No habrá homogeneidad en la integración de lengua y contenidos ya que cada centro podrá elegir qué materias imparte en lengua extranjera. Otra disposición que ignora los criterios pedagógicos, de calidad y racionalización de la enseñanza.

Otra disposición contra la calidad y a favor de los intereses de la privada-concertada es la que establece que en los centros bilingües de Secundaria “el número de alumnos por grupo en las materias de y en lengua extranjera no deberá exceder de 22…” pero “el Servicio Provincial de Educación podrá autorizar que sea mayor” (Art. 10.2).

¿Qué va a pasar con centros como el nuestro?

El PIBLEA establece dos modalidades de bilingüismo o Currículo Impartido en Lengua Extranjera (CILE):

CILE 1: centros que impartan 1 área, materia o módulo del currículo en lengua extranjera. En Educación Infantil y Primaria deberá impartirse en la lengua extranjera un mínimo de un 20% del horario escolar, incluidas en ese porcentaje las horas dedicadas al correspondiente idioma. El Lucien Briet sería un CILE 1.

CILE 2: centros que soliciten la impartición, sin incluir la lengua extranjera, de al menos 2 áreas, materias o módulos del currículo en lengua extranjera (inglés, francés o alemán). En Educación Infantil y Primaria deberá impartirse en la lengua extranjera un mínimo de un 30% del horario escolar, incluidas en ese porcentaje las horas dedicadas al correspondiente idioma.

En un plazo de 1 ó dos años, nuestro colegio tendrá que adaptarse a la nueva Orden por lo que la figura del profesor colaborador (nativo) puede desaparecer. Esto, que es una garantía de calidad en el aprendizaje de una lengua extranjera, parece que sólo está asegurada un curso más. Los centros privados-concertados no perderán tiempo en captar a todo este profesorado nativo curtido en la enseñanza en España en escuelas públicas.

Mientras eso ocurre, no habrá incorporación de más colaboradores (necesarios al incorporarse cada año durante los tres próximos, tres nuevas clases: 200 nuevos alumnos). Es muy probable que haya una reducción de las actuales horas lectivas en francés en Infantil (8 horas) para desplazar una colaboradora a Primaria que cubra ese aumento progresivo de alumnos, con el consiguiente deterioro de la calidad del modelo en Infantil.

Además, en nuestro centro, los niños/as de Infantil aprenden también inglés, por lo que su formación en lenguas extranjeras es mucho más rica y completa (esa competencia en dos idiomas extranjeros tan necesaria). Un motivo más para luchar por mantener el modelo y por reforzarlo si cabe.

Si el Departamento de Educación no aporta nuevos profesores con perfil lingüístico (españoles) el colegio podría dejar de ser bilingüe. De hecho, hoy la mayoría de los colegios públicos bilingües no cumplen los requisitos de la Orden para serlo ya que buen número de los profesores implicados no son de plantilla. El hachazo a la escuela pública es claro.

Nuestros hijos/as no tienen garantizada la continuidad de la enseñanza bilingüe en Secundaria: tendrán que someterse a un proceso de selección (informe cualitativo individualizado emitido por el tutor y notas finales de 6º) sólo algunos podrán seguir perfeccionando y consolidando el dominio de un idioma trabajado durante 9 años.

Ahora más que nunca hay que concienciarse y seguir luchando para que nuestros hijos y los que vengan detrás tengan garantizada una enseñanza pública bilingüe de calidad. Comparte la información y participa, es por tus hijos. Si estás interesado/a en colaborar en la Comisión de Bilingüismo (formada también por las maestras colaboradoras y la dirección del centro)
ponte en contacto con el Ampa.