Las lluvias son cada vez menos intensas en la Cuenca del Ebro

Desde 1955 las lluvias son cada vez menos intensas en la Cuenca del Ebro, según un estudio realizado por investigadores del Departamento de Suelo y Agua del CSIC de Zaragoza. Aunque el calentamiento global está produciendo episodios más extremos en la lluvia, a nivel regional el resultado es el contrario.

Zaragoza.- La Cuenca del Ebro está registrando desde 1955 lluvias menos intensas. Es la principal conclusión de un estudio realizado por investigadores del Departamento de Suelo y Agua del CSIC de Zaragoza.

El informe se ha realizado estudiando la erosividad, es decir, la capacidad que tiene un aguacero para causar deterioro sobre el suelo, y de acuerdo a esta variable climática se ha comprobado que se ha producido un descenso desde esa fecha hasta la actualidad.

Esto puede deberse a dos causas: que haya disminuido la cantidad total de la lluvia o la forma en la que llueve. El investigador Santiago Beguería se decanta por la segunda ya que, según explicado, la erosividad de la lluvia se relaciona con la intensidad.

De esta forma, se ha comprobado que el número de eventos de precipitación por año que se pueden calificar como lluvias ligeras se ha incrementado desde los 50 en detrimento de las precipitaciones intensas, ha apuntado Beguería. El cómputo total de las lluvias no ha cambiado, pero sí su distribución.

Y, ¿qué relación tiene esto con el cambio climático? Según ha explicado el experto, hay muchos estudios que señalan que el calentamiento global está produciendo episodios más extremos en la lluvia, pero a nivel regional se observa lo contrario, algo que también refutan otros informes y no es un resultado aislado.

El estudio no ha tenido en cuenta las precipitaciones que se consideran extremas, es decir, aquéllas que tienen un periodo de retorno de cinco a diez años y que son muy infrecuentes, sino las que se repiten dos o tres veces al año. Por ejemplo, las que afectaron a Sádaba y Castiello de Jaca, precipitaciones que son diferentes a las que han causado la crecida del Ebro estas últimas semanas