Zaragoza.- Cemex ha explicado en una charla técnica las ventajas de aislar bien los edificios nuevos o rehabilitados, los tipos de aislamiento que existen e incluso cómo se aplica el Thermur, un sistema de aislamiento térmico y acústico de edificios por el exterior que permite ahorros energéticos de hasta el 50%.
Aislar bien un edificio puede reducir a la mitad el consumo energético. La edificación es la responsable de alrededor del 40% del consumo de la energía mundial y por ello es necesario buscar soluciones constructivas que mejoren la eficiencia energética de los mismos. El ahorro energético se convirtió en imperativo legal con la publicación del Código Técnico de Edificación (CTE) que estableció unos estándares de bajo consumo para la vivienda en España.
Un Real Decreto obligará en breve a disponer de un certificado energético para los inmuebles en venta o alquiler. Los que estén mejor aislados tendrán una mejor calificación energética, por lo que aumentará su valoración en el mercado. Además, desde 2012 es obligatorio realizar la Inspección Técnica de Edificios (ITE) a todos los inmuebles de más de 50 años de antigüedad, con el doble objetivo de garantizar la seguridad de la edificación así como mejorar el aislamiento y la eficiencia energética.
Por eso, es de suma importancia contar con un adecuado aislamiento en el edificio, limitando estos consumos sin afectar el confort de la vivienda en todas las estaciones del año. Una fachada bien aislada contribuye al ahorro de energía y a la mejora de la economía familiar.
El interés por los sistemas SATE (Sistemas de Aislamiento Térmico por el Exterior) es creciente entre constructores y usuarios de viviendas. En la situación actual, la rehabilitación energética de edificios se presenta además como uno de los sectores que protagonizarán la recuperación de la actividad en los próximos años. La inversión en aislamiento es la medida de ahorro energético con la que se obtiene la mejor relación coste beneficio. Aislar térmicamente un edificio produce, desde el primer día de su puesta en funcionamiento, una reducción del consumo que se va acumulando durante su vida útil.
Entre las actuaciones de rehabilitación energética, el aislamiento de la fachada de los edificios existentes es, sin duda, una de las inversiones que producen mejor retorno para el usuario en términos de coste de inversión frente a ahorro en consumo.
