Vendiendo humo

La segunda línea del tranvía de Zaragoza ya está sobre la mesa. De momento, estos tres nuevos kilómetros y siete paradas que refleja el estudio tienen visos de quedarse en una mera declaración de intenciones. La economía de la ciudad sigue siendo tan mala que hace impensable elaborar un proyecto real, al menos, en los tres próximos años.

La segunda línea del tranvía de Zaragoza ya está sobre la mesa. De momento, estos tres nuevos kilómetros y siete paradas que refleja el estudio tienen visos de quedarse en una mera declaración de intenciones. La economía de la ciudad sigue siendo tan mala que hace impensable elaborar un proyecto real, al menos, en los tres próximos años.

La responsable de Servicios Públicos, Carmen Dueso, ha presentado un plan que -ella misma  reconoce- no va a poder acometerse por falta de financiación. La rueda de prensa ha tenido la finalidad real de contentar a Izquierda Unida para que éstos den su apoyo a los presupuestos de 2013.

Sin embargo, este gesto ha provocado las iras de Chunta Aragonesista. Su portavoz, Juan Martín, lo califica como una tomadura de pelo del calibre de lo que ocurrió con Tenor Fleta. Mucha promesa electoral y mucho ilusionar a los vecinos para luego dejarles con dos palmos de narices.

La realidad es que este borrador no cuenta ni con partida económica, ni con compromiso de financiación y no hay ni un solo elemento que haga pensar que la línea se vaya a poner en marcha. Además, durante la presentación no se ha contado ni con el Partido Popular ni con Chunta Aragonesista, dos grupos municipales que suman entre ambos la mayoría de votos de los zaragozanos.

En época de dificultades económicas, no vale con vender humo. Servicios Públicos debería presentar iniciativas tan importantes para el futuro de la movilidad sólo cuando cuente con un proyecto real y una financiación asegurada. La línea Este-Oeste tiene que plantearse con la máxima racionalidad, intentando conseguir el mayor consenso y sin caer en errores del pasado.