Zaragoza.- Los miembros de Marea Blanca han iniciado este lunes por la tarde un encierro en el hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, que se prolongará hasta el próximo 31 de diciembre, como medida de protesta contra la centralización de los laboratorios de análisis, lo que consideran como el primer paso hacia la privatización de la sanidad en Aragón. Varias personas de este colectivo han iniciado, además, un ayuno en defensa del sistema público de salud.
Previo al encierro y al grito de "La sanidad no se vende, se defiende" u "Oliván, dimisión", casi un centenar de personas se han concentrado en las puertas del hospital asegurando que "van a luchar hasta el final" para evitar cualquier privatización o despidos.
Así lo ha asegurado el delegado de la Junta de Personal del hospital, José Luis Martínez, quien ha manifestado que están abiertos a dialogar siempre que no haya despidos ni privatizaciones. "Estamos abiertos a discurtir cualquier otra forma de intentar reconducir el tema del gasto... pero todo lo relativo a su carácter esencial y público es una línea roja que deben de cruzar de ninguna manera", ha advertido.
La misma opinión han compartido algunas de las personas concentradas argumentando que "se está desmantelando" la sanidad pública al mismo tiempo que han alertado de las repercusiones que eso conlleva para los profesionales y, sobre todo, para los usuarios.
"Igual que está pasando en Madrid, vemos que va a pasar en todo los sitios. Aquí quieren empezar centralizando los laboratorios para luego externalizarlos, y estamos presionando para evitarlo", ha apuntado uno de los profesionales sanitarios.
