"Astérix ya hablaba de las burbujas especulativas, pero con menhires"

Juan Royo es un apasionado de los cómics. Ha leído, releído y analizado decenas de veces los más de 10.000 ejemplares que forman su colección. Ahora, muestra los resultados en su segundo libro sobre el tema, "El mundo en viñetas", en el que este economista desvela que los tebeos ofrecen sabias lecciones de política, economía o historia.

Zaragoza.- Es economista, profesor en la Universidad de Zaragoza, miembro de diferentes think tanks, investigador y está considerado como uno de los grandes referentes nacionales en materia de Responsabilidad Social Corporativa. Pese a todo, Juan Royo prefiere definirse a sí mismo como un “loco de los cómics”.

Más de 10.000 ejemplares forman su colección, su pasión. Todos ellos han sido leídos a conciencia, con la ilusión de un niño en sus primeros años de vida y con la perspectiva analítica de un hombre de empresa ahora en su madurez. Una segunda lectura que le ha permitido descubrir que en sus páginas, los tebeos ofrecen una excelente herramienta educativa gracias a la cual, temas como las relaciones sociales, la economía, la política o la historia son mucho más comprensibles.

Reflexiones que plasma ahora en su segundo libro sobre la materia, “Un mundo en viñetas”, segunda obra de uno de los grandes divulgadores del género en España y en la que, al rigor del estudio y el ensayo del investigador, añade el ensueño del niño que descubre el mundo gracias a los tebeos que le regalaban su padre y su tía.

Pregunta.- ¿Qué nos trae Juan Royo en este nuevo libro?
Respuesta.- Este libro une mis dos pasiones: la economía y el cómic. Lo que hago es hablar de muchos aspectos que tienen que ver con las ciencias sociales, en concreto con la economía, pero todo a través de distintos autores y cómics que me han marcado, y a través de la viñetas intento explicar un montón de conceptos.

P.- ¿Y cómo se ve el mundo a través de una viñeta?
R.- El cómic tiene una gran ventaja y es que es una herramienta muy pedagógica, muy visual y con la que puedes explicar de una forma muy sencilla conceptos que en apariencia son áridos. De este modo, al final la economía se ve como sátira, como crítica, como explicación y como causa de grandes problemas a lo largo de la historia, aunque también aporta múltiples soluciones.

P.- Entonces, ¿el cómic puede servirnos para darnos lecciones de economía?
R.- Totalmente. Astérix y Obélix, por ejemplo, es un perfecto manual de economía. Cuando era pequeño conceptos como marketing, economías de escala, como saturación de mercados o como burbujas especulativas los aprendí gracias a Asterix

Royo se define a sí mismo como un loco de los cómics
Royo se define a sí mismo como un loco de los cómics

P.- Pero no todo el amplio público al que va dirigido hará la misma lectura…
R.- Cuanto más profundizas en Astérix y más adulto eres, más disfrutas. Cuando eres pequeño hay muchas sátiras sociales que no las entiendes o simplemente te quedas con el dibujo o con el gag fácil; pero cuando te haces mayor descubres que tras los guiones de Gosciny había mucha crítica a la sociedad, al sistema económico imperante, al status quo, a la nobleza, a la depravación de muchos personajes poderosos… y eso cuando eres niño no lo entiendes, pero cuando creces y lo vuelves a releer disfrutas el doble.

P.- ¿Y cuáles nos recomienda para aprender más de este tema?
R.- Pues en la actualidad Aleix Saló ha sacado dos publicaciones, Españistán y Simiocracia, que son dardos certeros contra la estulticia humana y contra la burbuja financiera, especulativa, inmobiliaria y de administraciones públicas que se ha montado en España.

P.- ¿Y hay algún autor que ya anticipara todo lo que está pasando en el momento actual?
R.- Sí hay alguno. Por seguir con el ejemplo de Astérix y Obélix, allí ya se habla de las burbujas especulativas, lo que pasa es que en la Galia de los romanos, en vez de hablar de activos financieros lo hacían de compra y venta de menhires. Al final, lo que sucedía era que como los menhires subían de precio los galos dejaban de cazar y de pescar y se dedicaban a producir menhires, los egipcios y los hispanos también los producían, hasta había una sobresaturación que hacía que los precios se desplomaran y las estructuras se desquebrajaran.

P.- También es un experto en RSC, ¿se la ha encontrado en algún cómic?
R.- Sí, aparece en muchas ocasiones. Por ejemplo en el libro se habla del tema de la discapacidad y la productividad, algo que es de RSC total. Si en España existe un 10% de discapacitados es una pena que no puedan estar con las mismas condiciones para trabajar y poder aportar valor añadido a la sociedad.

Otros temas sociales como la indigencia también aparecen reflejados. Si al final fuéramos capaces de poner en valor a un montón de personas que están en la calle se crearía riqueza para toda la sociedad. El ejemplo más paradigmático es Miguel Fuster, uno de los grandes dibujantes, que estaba en la indigencia y que pasó quince años de su vida en la calle. Ahora ya se ha recuperado, ha superado sus problemas y está haciendo unos trabajos maravillosos de los que disfrutamos todo el mundo.

P.- ¿El autor de cómic es una persona bien valorada y que se pueda ganar la vida con ello?
R.- El cómic es una pequeña industria dominada por las multinacionales, por Estados Unidos y sus súper héroes, y por el manga japonés. El español y el europeo tiene que exportar y tiene que externalizar un montón de actividades para poder sobrevivir. Los autores que subsisten son aquellos que venden en el extranjero porque el mercado español es muy reducido ya que todavía no existe una cultura de lectura de cómic como pueda haber en la vecina Francia. Así, hay dibujantes españoles buenísimos que están trabajando para Francia y no pueden vender en España.

Royo dispone de una colección de más de 10.000 ejemplares
Royo dispone de una colección de más de 10.000 ejemplares

P.- ¿Y a Juan Royo cómo le surgió está pasión?
R.- Hay dos culpables fundamentales: mi tía Pilar y mi padre que son los que de pequeño me compraban los tebeos. Igual que hay gente a la que llevaban a los partidos de fútbol o les daban juguetes, a mí me regalaban tebeos y desde que tengo uso de razón me recuerdo leyéndolos. Eso ha desembocado en que soy coleccionista porque nunca he tirado, ni perdido, ni regalado ninguno.

P.- ¿Y cuál es la situación del cómic en Aragón?
R.- Hay un problema entre oferta y demanda. La oferta es magnífica, el Salón del Cómic de Zaragoza es uno de los referentes en toda España y todos los autores se pelean por venir… El problema que tenemos en Aragón, como en el resto de España, es de demanda; es decir, no hay grandes lectores, poca gente piensa en el cómic como un posible regalo y está como en “guetos”. Así, en las grandes superficies no están ordenados por temática con el resto de lectura, sino que está en un reducto donde se mezcla el violento, con el infantil, con el histórico o con el erótico.

P.- ¿Qué se podría hacer para impulsarlo?
R.- Yo creo que ésa es la labor que tenemos los divulgadores, pero claro, no somos profesionales… Yo creo que los autores deben implicarse mucho más en la divulgación de su propia obra. El artista, el creativo, debe salir un poco de su torre de marfil e ir a la calle y vender su arte, más allá de estar simplemente en su estudio sin tener contacto con la realidad. Además, hay que intentar que los autores y editoriales se unan, que no vean sólo esa relación entre trabajador y empresario

P.- Nombraba antes el Salón del Cómic, que precisamente se celebra este fin de semana. ¿Le veremos por allí?
R.- Estaré, habrá muchos autores de referencia, charlas, presentaciones… cada año se va superando

P.- ¿Qué aporta un certamen como éste?
R.- Creo que ayuda a crear aficiones, porque los medios de comunicación se vuelcan con el salón, vienen muchos autores y, sobre todo, se venden muchos tebeos. Yo creo que es un momento clave porque hay muchos stands, muchas librerías, muchos cómics… Además creo que se vende mucho porque vienen autores y comprarse un cómic y podértelo llevar firmado, pues le concede un valor añadido,

P.- ¿Qué nos recomiendas de lo que va a haber,
R.- Íñigo Aguirre, por ejemplo, viene con su número dos de Ibéroes; hay una exposición también sobre el universo Spiderman que se llama Spidermañ, haciendo un juego de palabras con el origen aragonés de muchos de los dibujantes que han hecho homenajes a este personaje; Álvaro Ortiz con Cenizas…. además se presentan varios libros, se dará a conocer en exclusiva la cuarta temporada de Cálico Electrónico y habrá otras muchas cosas interesantes

P.- ¿Qué será lo próximo que haga Juan Royo?
R.- Me gustaría hacer un libro sobre Responsabilidad Social Corporativa, olvidarme un poco del cómic, utilizarlo a lo mejor como ilustración, pero me gustaría profundizar en la RSC, acercarme un poco más a mi profesión.