La seguridad vial no tiene precio

Los camiones que transiten por la AP-2 entre Alfajarín y Pina de Ebro tendrán el peaje gratis. Los que lo hagan en esa misma autopista entre Alfajarín y Fraga y en la AP-68 entre Zaragoza y Gallur tendrán una bonificación del 50% en el precio. Todo ello gracias al acuerdo alcanzado entre el Gobierno de Aragón y las concesionarias de las vías de pago. Esta medida se une a la ya existente para vehículos ligeros, que continúa en vigor.

Los camiones que transiten por la AP-2 entre Alfajarín y Pina de Ebro tendrán el peaje gratis. Los que lo hagan en esa misma autopista entre Alfajarín y Fraga y en la AP-68 entre Zaragoza y Gallur tendrán una bonificación del 50% en el precio. Todo ello gracias al acuerdo alcanzado entre el Gobierno de Aragón y las concesionarias de las vías de pago. Esta medida se une a la ya existente para vehículos ligeros, que continúa en vigor.

El tráfico pesado en la N-II supone el 71%, mientras que en la N-232 es del 51%. Cifras muy altas para unas carreteras carentes de la seguridad vial necesaria para soportar este tipo de tránsito. Así, en el 56% de los accidentes ocurridos en la N-II en los últimos seis años se ha visto implicado un vehículo pesado. Un porcentaje que sube hasta el 70% en el caso de sucesos con víctimas.

En total, en los tramos sin desdoblar de ambas carreteras nacionales han fallecido más de 200 personas en la última década. Sin embargo, el alto número de fallecidos no ha cambiado la actitud de los sucesivos gobiernos centrales, que han ralentizado los desdoblamientos y les han otorgado un papel secundario en los Presupuestos Generales del Estado.

Todos los años existe voluntad política por solucionar el problema y una partida en las cuentas estatales que lo demuestra, aunque sea tan mínima como las diferentes cuantías aparecidas en los presupuestos.

La liberalización es un buen parche al problema, pero la solución definitiva solo pasa por desdoblar la N-II y la N-232 de una vez por todas. En época de estrecheces económicas hay que priorizar y hay que hacerlo en unas vías con una tasa de siniestralidad tan alta que debería sonrojar y avergonzar a una clase política cada vez más alejada de las necesidades y reivindicaciones ciudadanas.