Zaragoza.- A falta del arbolado que se plantará durante el invierno, el segundo tramo del Corredor Verde ya está abierto, conectando de manera peatonal Miralbueno con el Canal Imperial. El paseo tiene una longitud total de 2,6 kilómetros y una superficie de 330.000 metros cuadrados.
Esta segunda fase, levantada sobre el antiguo haz ferroviario de la línea Zaragoza-Teruel-Valencia es una realidad tras completarse la instalación del mobiliario urbano en el nuevo bulevar de 1,2 kilómetros.
El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, ha asegurado que se trata de una “operación compleja y complicada que ha costado mucho tiempo por la demora de más de un año por dificultades con ZAV y la Juta de Compensación de Arcosur, pero que al final se ha podido poner en marcha. 13,7 millones de euros”.
A su juicio, el Corredor Verde logra cerrar la cicatriz ferroviaria y destaca por su valor social ya que “es una operación de acupuntura urbana que intercomunica de verdad Miralbueno con el Canal Imperial. Sin una intervención de este tipo las traseras de estas zonas hubieran continuado degradándose”.
La obra, en palabras del responsable de Urbanismo, Carlos Pérez Anadón, ha permitido mejorar la penetración a la ciudad por carretera de Madrid. Además, ha reconvertido la vieja infraestructura ferroviaria en una zona con valor urbanístico y medioambiental, borrando la cicatriz ferroviaria que antaño partió en dos los barrios periféricos de Oliver y Valdefierro.
Los trabajos, pendientes de las obras de riego y de plantación que se ejecutarán en época invernal, servirán para crear diversos ambientes en los que predominará el color, el aroma o la sensación de movimiento.
El fresno volverá a ser protagonista con la plantación de 1.109 unidades. Se trata de la especie característica del Corredor y que lo singulariza respecto a otras actuaciones. Se plantarán también otras especies de hoja caduca, como fresnos, chopos, albizias, melias, prunas y plataneros, entre otros.
También tendrá 24.000 unidades de arbustos (lavandas, rosales, mirtos, hiedras, madroños y romeros. Además de 23.600 metros cuadrados de césped y 73.000 metros cuadrados de formación de pradera silvestre.
Al amparo del nuevo bulevar, el Ayuntamiento destaca que han surgido 180.000 metros cuadrados de zonas verdes, 55.000 de pavimentos peatonales, 5.500 de carril bici y 20.000 de tráfico rodado. En el capítulo de mobiliario urbano, al Corredor Verde se le ha dotado con 77 bancos, 147 papeleras y 440 nuevos puntos de luz.
La obra ha permitido la ampliación del Parque Oliver, que se ha conectado mediante el vial sur, una calzada de 820 metros de longitud y doble sentido, que facilita la entrafa al parque por la zona del lago, a la vez que favorece el enlace con la carretera de Madrid. La intervención ha incluido la construcción de un anfiteatro, en el que se desarrollarán actividades culturales.
