Zaragoza.- Los vecinos de la localidad zaragozana de Artieda se han concentrado este miércoles en el puente de acceso al municipio ante la visita de los funcionarios de la CHE que pretendían levantar acta en el proceso de expropiación de terrenos. Sin embargo, esta vez no ha sido pacífica como en anteriores ocasiones y se ha saldado con una decena de heridos, entre ellos dos guardias civiles.
Todo comenzaba cuando la Guardia Civil daba cinco minutos para que se disolvieran y los trabajadores de la Confederación Hidrográfica del Ebro pudieran realizar este trámite. Ante la negativa de éstos ha comenzado la intervención de la Benemérita que ha transcurrido de una forma diferente, según las partes.
Desde la Oficina Periférica de Comunicación del Instituto Armado han resaltado que han abierto un pasillo policial para la entrega de las actas cuando “se han visto obligados” a intervenir. Asimismo, destacan que los guardias civiles han tenido que defenderse ante las agresiones que ellos estaban recibiendo. De hecho, uno ha resultado herido en el cuello y otro en una muñeca.
Para el presidente de Coagret, Valentín Cazaña, la respuesta policial ha sido “desproporcionada e injustificada porque se ha producido cuando se leía el manifiesto preparado para el acto”. “Subrayamos el hecho de que la contundente carga se ha producido sin que los funcionarios de la CHE se hayan acercado a los concentrados. Tras las escenas de auténtico terror provocadas por la Guardia Civil, una vez acabada la carga, los vecinos de Artieda y el resto de los concentrados nos hemos sentado frente a los antidisturbios, que durante una media hora han permanecido en actitud de amenaza permanente hacia los concentrados”, han explicado.
Cazaña también ha resaltado que han intentado ponerse en contacto con la Presidencia de la CHE, para pedirle que retirara a sus funcionarios, y con la Delegación del Gobierno de España en Aragón para que detuviera esta respuesta de la Guardia Civil, pero que la respuesta ha sido negativa.
Por su parte, la Presidencia de la Confederación Hidrográfica del Ebro, de la que es titular Xavier de Pedro, ha aseverado en un comunicado que “se han abierto todas las vías de comunicación posibles, a través de reuniones y conversaciones, con los afectados, con asociaciones implicadas y con el Ayuntamiento de Artieda, para transmitir la garantía de un procedimiento con total transparencia, para conocer y compensar todos los perjuicios a los afectados”.
Desde el organismo han lamentado que varias personas hayan resultado heridas esta mañana y consideran que “debe diferenciarse claramente la confrontación política y las posturas ante la obra de recrecimiento del embalse de Yesa, donde se comprende y se respeta la discrepancia política, del ejercicio funcionarial que en todo momento se ha mantenido dentro de la legalidad”.
La Confederación Hidrográfica del Ebro ha realizado estas diligencias dentro de lo establecido por la Ley vigente de Expropiación y “con todas las garantías administrativas”. Finalmente, ha concluido con la firma de un acta de comparecencia “que recoge la firma del alcalde de Artieda, por imperativo legal, como representante del Consistorio, el representante de la Administración y un perito y en la que se incluye la incomparecencia de los propietarios”.
El recrecimiento de la presa de Yesa, en el río Aragón (Navarra/Zaragoza), es una obra incluida en el Pacto del Agua. “Esta actuación será la garantía del abastecimiento de agua a Zaragoza y su entorno; consolidará la zona regable de Bardenas y cubrirá los abastecimientos de esta zona; aportará el caudal ecológico del río Aragón; permitirá la laminación de avenidas y cubrirá todas las concesiones existentes aguas abajo”, han concluido desde la CHE.
