Zaragoza.- FAPAR, la waterpolista olímpica Andrea Blas, la directora del Teatro de la Estación, Cristina Yánez, el empresario fallecido durante su secuestro por los GRAPO, Publio Cordón, y la escritora y académica Soledad Puértolas han sido reconocidos este sábado por el Ayuntamiento con las distinciones de la ciudad con las que se quiere “honrar a las personas destacadas por su talento, por su conducta, por su entrega a causas nobles o por sus acciones en bien de la comunidad”.
Así lo ha asegurado el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, que ha hecho entrega de la Medalla de Oro, el máximo galardón que entrega el Consistorio, a Soledad Puértolas, una mujer que “siempre ha conectado su vida y más aún su obra literaria a Zaragoza”.
Ha recordado cómo la escritora fue pregonera hace 22 años, pero no pudo hacerlo desde el Ayuntamiento debido a la remodelación de la plaza del Pilar y tuvo que hacerlo en la Diputación Provincial. Y también las vivencias de la académica durante su infancia y la adolescencia en Zaragoza, su traslado a Madrid y su marcha fuera de España para volver después.
En palabras de Belloch, Puértolas es una “autora de reconocimiento internacional, traducida a diversas lenguas, que practica una literatura de atmósferas y sugerencias, en la que aparece una permanente preocupación por la fugacidad y el paso del tiempo”. Sin embargo, "el carácter profundo de su propia vida no excluye el que siempre haya sido una persona comprometida con su tiempo y con la cultura y la lengua española”.
Y ha continuado Belloch, es una mujer que “lleva a esta ciudad en su corazón y también en las íntimas historias que pueblan su universo literario”.
Puértolas ha comenzado su discurso haciendo referencia a su marcha de Zaragoza a los catorce años, edad en la que veía que la vida “sucede a saltos” y donde no encontraba vinculación alguna entre pasado y presente. Y ha rememorado la primera vez que volvió a la capital aragonesa cuando se dio cuenta de que “seguía existiendo sin mí” y cuando sintió “aquella sacudida: la sensación de regresar a casa”.
La escritora ha dedicado este reconocimiento a sus amigas “porque son las verdaderas responsables de que su vínculo con Zaragoza se haya ido reforzando”. Y se ha sentido “placenteramente agradecida” porque la ciudad sigue siendo su hogar. “Zaragoza anda por mis novelas. Unas veces a ráfagas, otras como telón de fondo, siempre modificada, siempre vuelta a inventar. Como sucede en mis visitas, siempre me encuentro con una nueva Zaragoza que me remite a la que conocí y que habita en mis recuerdos”, ha asegurado.
Hijos predilectos y adoptivos
La directora del Teatro de la Estación, Cristina Yánez, ha recibido el título de Hija Predilecta de la Ciudad, el primero que recibe alguien que proviene del teatro, ha dicho orgullosa. A su juicio, Zaragoza quiere un “teatro vivo, una calle sabia y una cultura” porque “una ciudad y un país son también sus artistas”, a los que ha calificado como el reflejo de los historiadores de la ciudad.
La cultura sirve para ser “más solidarios, más tolerantes y más libres”, ha asegurado Yánez, quien ha hecho extensivo el reconocimiento a todos los actores de Zaragoza que “lucharán contra viento, IVA y marea”.
En la loa, el portavoz de IU, José Manuel Alonso, ha destacado de Yánez su capacidad para integrar las palabras de los mejores dramaturgos, lo que ella llama “accesibilidad universal de la cultura” y para hacer un teatro “contemporáneo, asequible, que está al nivel de los europeos”. Su planteamiento social “se aleja del espíritu de negocio”, ha añadido Alonso para continuar remarcando que el Teatro de la Estación es uno de los focos de “agitación cultural” de la ciudad.
La waterpolista olímpica Andrea Blas ha sido distinguida con el Título de Hija Predilecta de la Ciudad. Ha mostrado un profundo agradecimiento por la distinción asegurando que “se siente orgullosa de ser aragonesa”. Ha dado las gracias a los miembros de su familia y a Zaragoza “por haber tenido la suerte de nacer aquí”.
El portavoz de CHA, Juan Martín, ha sido el encargado de leer la loa agradeciendo a Blas el que haya traído la medalla de plata a la ciudad y sobre todo “por encarnar la lucha de la joven mujer que lo ha dado todo por el cielo olímpico”. Ha recordado sus inicios en el waterpolo donde tuvo una “rasmia especial” y su interés por potenciar el waterpolo femenino para hacer de este deporte minoritario un referente. “Andrea Blas quiere colgar su medalla en el cuello de Zaragoza y merece que se le rinda un reconocido tributo”, ha asegurado Martín.
La Federación de Padres y Madres de Aragón (FAPAR) ha sido reconocida con el Título de Hija Adoptiva. Su presidente Juan Ballarín ha destacado la labor de la federación por un sistema educativo público de calidad al “querer para nuestros hijos la mejor educación posible y porque son el futuro”.
Ante los recortes Fapar, que aglutina a 400 Ampas de Aragón, se siente “más comprometida si cabe” con la defensa de la partición “real” de las familias en los centros de nuestros hijos al ser “conscientes” de que la colaboración de todos los agentes implicados favorece a conseguir a una escuela pública “de todos y para todos”.
El portavoz del PSOE, Carlos Pérez Anadón, ha señalado que la federación es “uno de los movimientos sociales que más ciudadanos aglutina y que más incidencia tiene en la sociedad” remarcando que su objetivo fundamental es “conseguir una escuela digna, gratuita, democrática, participativa y de calidad”. En la actual situación de desconcierto económico, ha dicho Anadón, “es más necesario que nunca reconocer a a aquellos que, contra viento y marea, apoyan, defienden y promueven la enseñanza pública”.
El empresario Publio Cordón ha recibido a título póstumo el título de Hijo Adoptivo de la ciudad. Un reconocimiento que, según su viuda Pilar Muro, “le hubiese gustado mucho y le hubiera hecho muy feliz”.
Publio, ha asegurado, se sentía aragonés por “los cuatro costados, aunque llevaba a Soria en su corazón”. Y este título, “honra su nombre y el de toda su familia y amigos”, ha valorado Muro.
En la loa, el portavoz del PP, Eloy Suárez, se ha referido a Cordón como un hombre que creció y forjó su talento con “constancia, entrega y tesón incluso en circunstancias adversas y complicadas”. Y ha alabado su “voluntad de hierro para acometer proyectos que en su momento a cualquier le parecían quimeras inalcanzables y que el realizó desde la tenacidad y el firme convencimiento”.
