Los zaragozanos rememoran sus recuerdos en la reformada iglesia de la Magdalena

Centenares de zaragozanos se han acercado este domingo a la apertura de la reformada iglesia de Santa María Magdalena, tras 17 años cerrada al público. Entre ellos, por ejemplo, una pareja que se casó allí o un antiguo monaguillo. En el interior se ha oficiado la primera misa del templo en casi dos décadas a cargo del arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez.

Zaragoza.- Centenares de zaragozanos han acudido este domingo a la reapertura de la reformada iglesia de Santa María Magdalena en Zaragoza, que llevaba 17 años cerrada al público. Sobre las 11 de la mañana eran ya numerosos los ciudadanos, muchos vecinos del barrio, quienes esperaban pacientemente para acceder a la primera misa oficiada en su interior. Y bién que han hecho, porque a la hora de la misa, prevista para una hora más tarde, decenas de personas se han tenido que quedar fuera sin poder acceder. Un guardia de seguridad les ha tenido que cortar el paso, ya que el aforo estaba completo.

A pesar del contratiempo, a la gran mayoría le ha servido este día  para rememorar momentos vividos en ella años atrás. “He nacido en el barrio de la Magdalena y he sido monaguillo de la parroquia. Me supone mucho este día”, aseguraba conmovido un vecino, quien hasta recuerda hoy día el nombre del entonces párroco, Don Emilio. Otro, también visiblemente emocionado, contaba el gran vínculo que le une con esta parroquia. "Me case hace 55 años aquí y no puedo dejar de recordar ese momento con ilusión al volver a entrar”, reconocía.

En casi todas las conversaciones el tema era el tiempo prolongado que la iglesia se había mantenido cerrada. Pero parece que no hay mal que por bien no venga: “Con la Magdalena ha ocurrido como con La Seo, que estuvo tanto tiempo cerrada. Por eso, la ilusión que nos causa la reapertura es muy grande”, aseguraba otra de las congregadas.

Algunos zaragozanos se han quedado a las puertas de la iglesia por exceso del aforo
Algunos zaragozanos se han quedado a las puertas de la iglesia por exceso del aforo

El arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez, ha sido el encargado de oficiar la primera misa tras casi dos décadas. En un acto solemne, acompañado de otros miembros de la congregación, antes de iniciar la ceremonia ha sido consagrado el altar. “Hay que dar gracias a Dios por este don, porque la parroquia vuelve al barrio, vuelve a su casa. Un lugar de fraternidad, convivencia y comunión eclesial”, ha declarado Jiménez. El arzobispo también ha agradecido a los zaragozanos que se acercaran al templo en una jornada tan señalada. “Un día para la acción de gracias, para el júbilo y la felicitación de todos nosotros”, ha añadido.

Estas obras eran necesaria porque el edificio se encontraba afectado por humedades y la degradación de las cubiertas. El arzobispado de Zaragoza, el Gobierno de Aragón y obra social de la CAI han aportado 4,4 millones de euros en cuatro fases para las obras, que han conocido hoy su final tras casi dos décadas.