Los escolares inauguran la temporada de esquí en las estaciones altoaragonesas

Niños procedentes de colegios de varias comarcas de la provincia de Huesca visitan estos días la estación de Astún en la Campaña de Esquí Escolar que impulsa la DPH. Se trata de unas jornadas que se vienen repitiendo desde los años 90 y que en la zona se ven este año como "un incentivo económico" en una temporada "especialmente difícil".

Zaragoza.- Clases de esquí durante buena parte del día, yincana fotográfica por el pueblo para la que necesitan la ayuda de los vecinos y muchos ratos de diversión y convivencia resumen una jornada como la de hoy en la Campaña de Esquí Escolar de la DPH. Se da así el pistoletazo de salida a la temporada en las estaciones de esquí altoaragonesas, que se prolongará hasta comienzos de abril. En total, está previsto que 3.200 jóvenes se inicien en el deporte estrella del invierno con una actividad que tiene su "impacto social", pero también cumple "un papel en la economía local de estos valles pirenaicos".

En estos términos se expresaban la responsable provincial de Cultura, Berta Fernández, y el alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez. Ambos han podido ver cómo comienza la actividad en la estación invernal de Astún, con el director Alejandro Madrid, y el responsable del centro coordinador y albergue de Canfranc José Luis Oliva. Junto al Velarta de Villanova y Quinta Vista Alegre, en El Pueyo de Jaca, son el lugar de alojamiento durante "una semana en la nieve que se pasa volando", como decían hoy algunos alumnos del colegio San Rosa, unos de los primeros en participar este año. 

El hecho de que esta Campaña Escolar de Esquí se lleve realizando desde los años 90 significa que ahora los escolares, según la diputada responsable de Cultura, "tienen el esquí como una asignatura curricular más". Otra vez más se han dado cabida a todas las solicitudes registradas, incluso, sobrepasando las plazas que se habían ofertado. Fernández ha destacado que se ha logrado extender la práctica deportiva durante los últimos años a todas las pistas de esquí alpino de la provincia: Astún y Candanchú, en el valle del Aragón; Formigal y Panticosa, en el valle de Tena, y Cerler, en el de Benasque.

En el valle del Aragón hoy se percibía optimismo, ya que Astún-Candanchú ya cuenta con alrededor de 25 kilómetros esquiables, 30 pistas abiertas y 17 remontes. Tal como ha puesto de manifiesto el alcalde de Canfranc, "la nieve es un sector estratégico en esta provincia y más para los municipios y los que vivimos de esto". De ahí el papel que para él desempeñan estas actividades de cara a "iniciar a los más jóvenes en el esquí, que se enamoren de este deporte como lo hicimos nosotros de niños", recordaba.

A este respecto se ha pronunciado también el director de la estación, Alejandro Madrid, para quien la Campaña Escolar es una "ayuda importante" porque, apunta, "que vengan entre semana los colegios es la manera de dar vida a las estaciones y crear también futuros esquiadores". Hoy todos han querido reconocer el gran esfuerzo que se ha hecho por las estaciones, en condiciones difíciles, para que se pueda celebrar esta campaña y los usuarios puedan esquiar "a pesar de la falta de nevadas, en un estado bueno e incluso con sol todos los días", añadían.

Jóvenes esquiadores de todas las comarcas 

Hasta el 5 de abril, el esquí y la convivencia en plena naturaleza se convertirán en una cita fija para miles de estudiantes altoaragoneses. Los encargados de abrir la campaña esta semana han llegado de los colegios Santa Rosa y El Parque de la capital altoaragonesa, el montisonense Santo Domingo Savio y el Ramón y Cajal, de Ayerbe, entre el albergue de Canfranc y las estaciones de Astún-Candanchú y el de El Pueyo de Jaca y el centro invernal de Aramón Formigal-Panticosa. Después de que en los últimos años se ampliara a todos los valles pirenaicos este tipo de instalaciones invernales, a estos 125 chavales se sumarán, la semana que viene, otros grupos que subirán a la estación de Cerler, donde se cerrará la campaña a finales de marzo-abril.

Todos son escolares de entre 10 y 18 años provenientes de hasta cuarenta centros educativos. Tienen lejos la práctica del esquí y, de esta forma, tienen la oportunidad de pasar cinco días y otras tantas noches en una de estas comarcas pirenaicas. No en vano, llegan de localidades como Alcolea, Fraga, Albelda, Sariñena, Monzón, Zaidín, Torrente de Cinca, Barbastro, Chimillas, Ayerbe, Broto, Tamarite de Litera, Adahuesca o de la capital altoaragonesa. 

Tradicionalmente, la Campaña de Esquí de la DPH ha estado dirigida a estos escolares que por su residencia habitual necesitaban pernoctar fuera de casa, pero como explica la responsable de Cultura, Berta Fernández, el año pasado "pusimos en marcha de forma experimental el programa de fomento del Esquí Escolar para aquellos que querían ir y venir, desplazarse diariamente desde sus lugares de origen para practicar el esquí". Esta iniciativa surge de la demanda de alguna de las comarcas que ya tenían algún programa similar como las comarcas del Alto Gállego y La Jacetania, a las que este año se ha sumando la del Bajo Cinca.

La fórmula elegida es la de suscribir convenios con estas tres comarcas interesadas y la cifra de 1.500 escolares, a los que la DPH aporta unos 100 por asistente, se multiplica por dos con esta nueva modalidad. En este caso, son las comarcas las promotoras y gestoras del programa y la Diputación de Huesca aporta financiación para completar los 175.000 euros totales de la Campaña, llegando por primera vez a escolares de todas las comarcas.

Aprendizaje en el medio natural

La actividad principal es el esquí, cuya práctica se realiza en dos turnos desde alrededor de las 09:30 horas hasta las 16:00 horas. Por si la actividad física fuera poco, la intensa programación está pensada para que puedan aprovechar esta semana al máximo. Desde el albergue de Canfranc, uno de los centros coordinadores de la campaña, José Luis Oliva detalla que organizan un conjunto de actividades que permite a los escolares divertirse pero también aprender un poco más sobre el territorio en el que se encuentran. Para ello, visitan el centro Alurte, donde conocen todo lo que tiene que ver con riesgos naturales y aludes o la historia que encierra la estación internacional. Entre las actividades que gustan está el patinaje, la yincana o las veladas. También el karaoke porque, para muchos niños, esta experiencia no solo supone ponerse por primera vez los esquís. Para muchos, es la primera vez que pasan tanto tiempo fuera de casa.