Zaragoza.- No era el de este jueves ni mucho menos el partido más decisivo para la Sociedad Deportiva Huesca, pero lo cierto es que estuvo muy lejos de ofrecer una digna imagen. Derrota por 0-4 de los de Francisco en El Alcoraz ante el Athletic, que sumada al 4-0 de la ida supone la eliminación de los oscenses en los dieciseisavos de Copa del Rey por un sonrojante 8-0 en el global.
El partido tuvo muy poca historia, más allá del regreso de Gonzalo Melero tras mes y medio alejado de los terrenos de juego por una pubalgia. Los vascos, más intensos, aprovechaban por medio de Aduriz un espacio a la espalda de la defensa para romper el 0-0 y anotar el primer tanto del encuentro.
El ariete fue el protagonista de nuevo del 0-2 aprovechando un error de la defensa, mientras que Iñaki Williams ejercía su poderío en la recta final con sendos tantos que elevaban la brecha en el electrónico. Por parte del Huesca, un disparo de Chimy Ávila que se topaba con Unai y el poste y un penalti marrado por Juanjo Camacho enviando el esférico fuera.
Ahora la Sociedad Deportiva Huesca se centra única y exclusivamente en la competición liguera, tratando de revertir una pésima dinámica que les ha llevado a la última posición de la tabla clasificatoria. Eso sí, enfrente tendrán uno de los duelos más exigentes posibles.
Porque este domingo visita El Alcoraz el Real Madrid en un partido histórico para la entidad azulgrana. La intención, tratar de competir y dar la sorpresa ante el actual campeón de Europa, lo que podría suponer un espaldarazo moral fundamental para una plantilla a la que le está costando un mundo adaptarse a la máxima categoría del fútbol nacional.