Zaragoza.- El Real Zaragoza ha logrado sumar cuatro de los últimos seis puntos en juego sacando así, aunque de forma mínima, la cabeza del agua. Lo justo para respirar. Y lo ha hecho en gran parte gracias al regreso de la eficacia goleadora, con cinco tantos en los dos últimos partidos: tres en Tarragona y dos frente al Mallorca que sirvieron, al menos, para rescatar un punto después de una terrorífica primera parte de los de Lucas Alcaraz.
En el fútbol existen las casualidades, pero en este caso no parece que sean la justificación de la recuperación goleadora del conjunto blanquillo. Porque ha coincidido con el regreso a las citaciones, y al césped, de Álvaro Vázquez y Marc Gual, llamados a llevar el peso anotador del Real Zaragoza junto a Jorge Pombo.
Precisamente los dos últimos fueron los que vieron puerta ante los bermellones, aunque Gual ejerció de revulsivo perfecto en los minutos que le concedió Alcaraz. Entraba al césped en el 65 en sustitución de Lasure, tiempo suficiente para que el de Badalona anotara el 1-2 tras un gran disparo y fuera el ejecutor de la jugada que Pombo, bien situado, remachó a las redes para dar el empate definitivo al Real Zaragoza.
Cabe recordar la insistencia que tuvo el director deportivo de la entidad, Lalo Arantegui, para hacerse con los servicios de Gual en el periodo estival. Semanas y semanas aguardando el acuerdo con el Sevilla, en una operación que se prolongó en el tiempo y que empieza a dar sus frutos.
Lo mejor fue que, aparentemente, Gual ha recuperado su confianza y determinación de cara a puerta, que parecían perdidas después de un año aciago en el filial hispalense. Forma parte del tridente atacante zaragocista que, en gran medida, aportarán las caras visibles de la reacción del equipo a base de goles.
