Zaragoza.- Recogía el guante con ilusión la afición de la Sociedad Deportiva Huesca, esperanzada en que el debut de Francisco en el banquillo se iba a traducir en una mejora de juego y resultados. Lo primero se logró, mientras que todo lo contrario en el segundo de los factores. Derrota de los altoaragoneses en El Alcoraz ante un Espanyol superior, que contó además con el olfato y acierto del ex zaragocista Borja Iglesias.
El primer once de la era Francisco estaba compuesto por Jovanovic en portería; defensa de cuatro para Miramón, Pulido, Semedo y Akapo; centro del campo para Musto y Moi Gómez en la parcela central, dejando los costados para Gallar y Chimy Ávila; en punta, Longo y Cucho Hernández, que debutaba con brillo con la absoluta de Colombia con un doblete en menos de 20 minutos.
Pero quien marcó a pares no fue el cafetero, sino Borja Iglesias. Primero al filo del descanso, recogiendo al segundo palo una asistencia dentro del área de Dídac Vilà. Era el 0-1 y un jarro de agua fría cuando parecía que todo se decidiría una vez superado el ecuador del choque.
Aunque, como no podía ser de otra manera, al Huesca no le quedó otro remedio que adelantar líneas en la segunda parte, reforzando el medio con Melero en detrimento de Cucho. Eso supuso que hubiera más espacios a la espalda de la zaga y, ahí, el Espanyol tiene capacidad para dinamitar los encuentros.
Lo hizo por medio otra vez del "Panda" Iglesias, que recogía una pelota al espacio, conducía y picaba la pelota por encima de Jovanovic en su salida. Poco pudo hacer ya el Huesca con el 0-2, sintiéndose inferior y con una mochila anímica a su espalda en forma de pesadas piedras.
El resultado supone que el Huesca se mantenga en la última posición de la tabla con cinco puntos, no conociendo el triunfo desde la primera jornada liguera en Eibar. La distancia con la salvación la marca el Athletic, con ocho puntos y un partido menos que disputará en apenas unos días ante el Rayo Vallecano, penúltimo con la misma puntuación que los oscenses.
