Un centenar de niños se reúnen en Ejea para alzar su voz en el IV Encuentro Aragonés de Consejos Infantiles

La consejera de Ciudadanía, María Victoria Broto, ha participado en el IV Encuentro Aragonés de Consejos de Infancia y Adolescencia en Ejea de los Caballeros. Allí ha destacado la importante labor que realizan estos consejos porque son "la voz de los niños" y hay que "abrir bien los oídos para escuchar lo que nos quieren decir".

Zaragoza.- "No podemos llevar a cabo políticas para los niños sin contar con ellos. Por eso, debemos escuchar a los consejos de infancia y adolescencia". Así se ha dirigido la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, al centenar de niños de todo Aragón que han acudido a Ejea de los Caballeros este fin de semana para participar en el IV Encuentro Aragonés de Consejos Infantiles y de Adolescencia, organizado por el Instituto Aragonés de la Juventud en colaboración con Unicef Aragón y el Ayuntamiento ejeano.

En la inauguración del encuentro, además de la consejera, han estado los alcaldes de Ejea y Jaca, Teresa Ladrero y Juan Manuel Ramón, respectivamente; concejales de los municipios a los que pertenecen los 18 consejos asistentes; el director del IAJ, Adrián Gimeno; la directora general de Igualdad y Familias, Teresa Sevillano, y la presidenta de Unicef Aragón, Pilar de la Vega.

Broto ha insistido en que "los consejos infantiles nos ayudan a escuchar la voz de los niños y debemos abrir bien los oídos para entender lo que nos quieren decir". Ha apuntado que las propuestas que surgen en estos consejos logran que "los pueblos y ciudades de Aragón sean mejores para todos, no solo para los niños".

La inauguración del encuentro ha tenido lugar en el Centro de Arte y Exposiciones de Ejea de los Caballeros donde, además de las intervenciones de las autoridades, han actuado miembros de la banda juvenil de Ejea. Posteriormente, todos se han reunido en la plaza de España de la localidad para hacer una fotografía de familia y han participado en un pasacalles con los gigantes y cabezudos, los dulzaineros y la banda de la localidad, llenando de música y color las calles de Ejea.