Zaragoza.- La artista Ludmila Mercerón será una de las siete pregoneras de las Fiestas del Pilar 2018. Es una cantante de origen cubano afincada en Zaragoza desde hace más de veinte años y representará a las mujeres de la cultura. En su discurso destacará el papel “inspirador”, “reivindicador” y “motivador” de la mujer en el mundo cultural.
Pregunta.- ¿Qué fue lo primero que le pasó por la cabeza al recibir la noticia?
Respuesta.- Estaba trabajando en el Conservatorio de Danza y me sorprendió mucho. Me llamaron de Alcaldía y me dijeron que era una llamada del señor alcalde, que quiere tener una pequeña reunión conmigo. No me dijeron el contenido del encuentro. Fui con mucha inquietud porque no sabía por dónde iban los tiros.
P.- ¿Ahí le dieron la sorpresa?
R.- Ahí nos sorprendió Fernando Rivarés a mí y a todas mis compañeras. Me dijeron que iba a representar la Cultura y por mi mente me pasaron todas las artistas de Zaragoza que conozco, con las que he compartido durante 27 años algunos instantes, conversaciones, cafés, tés, espacios de televisión. Me vinieron a la mente artistas como Carmen Paris, escritoras, fotógrafas, cineastas, bailarinas, escritoras. Y pensé, ¡madre mía, qué responsabilidad, lo que tenga que decir lo tengo que decir claro y bien. Daremos un discurso en defensa y a favor de la importancia de la mujer aquí en la cultura en Zaragoza.
P.- ¿Qué le pareció la idea?
R.- Es curiosa y tenemos que ver cómo lo hacemos para que sea de una manera rápida y amena. El pueblo está esperando siempre al pregonero que diga unas palabras o reivindique alguna cosa en concreto, defienda posiciones que al pueblo le guste o le inquiete. Va a ser curioso y estamos preparando una cosa muy bonita.
P.- ¿Pueda avanzarnos unas pinceladas?
R.- Defender siempre que la presencia de la mujer en la cultura aquí en Zaragoza ha sido inspiración y ha sido creadora, motivadora, reivindicadora. Por ahí van a ir los tiros en defensa de todas mis compañeras. Las demás compañeras tienen secreto de sumario y defenderán sus posturas dentro de sus experiencias personales y profesionales. Va a estar muy bonito.
P.- ¿Ya tiene preparado el texto?
R.- Yo sí que tengo preparada lo que tengo que decir.
P.- ¿Con qué mensaje le gustaría que se quedaran los zaragozanos?
R.- Que la cultura tiene voz de mujer. También resaltar la belleza que tiene la mujer tanto por dentro como por fuera y que la mujer no solamente es un tópico sino un ideal, que hay que defender.
P.- ¿Hay desigualdad en el mundo de la cultura o es menos que en otros?
R.- Tengo una anécdota, cuando llegue a Zaragoza a una amiga la llamaron para tocar en un grupo y ella tenía un registro característico en agudo para cantar. Y los músicos le decían que tenía que cantar en “mi”, porque en mi es donde les parecía que suena mejor. No es así. La voz, sea de hombre o de mujer, tiene que interpretar las canciones en el registro que le vaya mejor. No puede ajustarse la voz a lo que en ese momento le pidan por las limitaciones que tenga el grupo o porque ya tegan un concepto de sonoridad definido. Hay que imponerse porque si no, uno se queda sin voz
P.- ¿Qué hay que hacer para mejorarlo?
R.- Nosotras mismos responsables de cómo se nos vea, cómo se nos entienda y de cómo se nos aprecie. Somos las responsables porque nuestra función como madres, como educadoras, artistas, idealistas, subjetivas, objetivas tenemos que intentar desde la cantera trabajar esos conceptos y renovarlos. Yo como profesora, mi principal público son mis alumnos y quiero que valoren todos esos aspectos que conforman una canción, un ballet y buscar la equidad.
P.- ¿Qué va a hacer en estas Fiestas del Pilar?
R.- Posiblemente tenga alguna actuación con mi amiga María Confusión y con el cuarteto Guanaroca el día 12 de octubre, en la plaza del Justicia. Siempre disfruto del pregón, aunque nunca he podido estar dentro del meollo. La verdad es que siempre me ha gustado estar ahí, en el calorcito de la gente. Me emociono mucho. Soy de Santiago de Cuba, pero llevo más años aquí que en mi tierra. La defiendo fuera de aquí con su cultura, sus tradiciones, sus ideales artísticos, me siento maña, me siento “cubaña”.
