Zaragoza.- Nueva derrota de la Sociedad Deportiva Huesca, que cosechaba su cuarta consecutiva, pero no fue lo más preocupante del 3-0 encajado en el Metropolitano ante el Atlético de Madrid. Imagen muy mala de los oscenses, sin oponer ningún tipo de resistencia y asumiendo desde el minuto 1 su inferioridad, olvidándose por completo de salir a competir.
Leo Franco no realizaba una elección miedosa de sus hombres por salir al césped del Metropolitano ante todo un Atlético de Madrid con figuras como Griezmann o Diego Costa. Volvía a la doble punta con Cucho y Longo y la principal novedad era la entrada de Etxeita atrás, con Pulido en el banco. Eso sí, la escuadra altoaragonesa salió algo acomplejada al terreno de juego y eso, ante un rival así, suele pagarse.
Metidos atrás, ordenados eso sí, para tratar de no dejar espacios. Y en ataque balón al Cucho y a rezar, sin apenas posesiones largas. Los que más daño hacían eran Lemar y Correa en sus llegadas de segunda línea. Lo intentaría el francés en el 14, marchándose su disparo a la izquierda de Werner. Pero un minuto después llegó la justa recompensa a los locales. Correa encontraba a la espalda de la defensa a Costa, quien cedía el tanto a Griezmann a placer.
Siguió algo más el furor atlético y pudo ampliar distancias Carlos Isaac poco después, pero Etxeita apareció a tiempo para tapar. A partir de ahí pasó un espejismo, donde el Huesca se estiraba e intentaba acogotar en su área a los de Simeone. Pero era una trampa. En el siguiente arreón colchonero llegaba el 2-0 tras un disparo lejanísimo de Thomas, muy potente, que sorprendía a Werner en el 29.
Los oscenses quedaron completamente noqueados. Más aún cuando Koke dibujaba una gran asistencia a Correa donde el argentino no llegaba a tocar y, VAR mediante, subía el 3-0 al electrónico en el 33 tras superar otra vez al arquero. El resultado le valía de sobra al descanso al Atlético y se gustaba, levantando algo el pie del acelerador. Del Huesca, ni siquiera noticias.
Segunda parte
Parecía Leo Franco dar ya todo por entregado cuando su sustitución al descanso era dar entrada a Aguilera por Cucho en un intento de elevar el control perdiendo por el contrario profundidad. También entendía Simeone que el choque estaba acabado, retirando al astro Griezmann en el 51 y dando entrada a Kalinic. Poco después, también Chimy Ávila por Longo.
El argentino, al menos, ponía algo de alma y de chispa a un encuentro ya descafeinado. Tendría la primera ocasión oscense del partido tras tirarse a desviar un lanzamiento de Luisinho, marchándose la pelota por encima de Oblak, a las gradas. Quien también se marchaba, pero del césped, era precisamente el lateral zurdo, lesionado, por completar la saga de malas noticias en el Metropolitano. Al campo, Akapo.
El Atlético prácticamente jugaba andando, muy superior, por lo que se incrementó de manera notable la cantidad de faltas cometida por el Huesca, en el único recurso que ofrecía para frenar a los locales. Sí intentaban buscar la contra, pero se topaba Aguilera con Oblak para dejar su portería inmaculada.
De la recta final, apenas nada reseñable. Sólo que el Huesca fue capaz al menos de atar los conatos de ataque de Gelson, Kalinic o Lemar y también de cerrar la herida abierta en la primera mitad. Un 3-0 definitivo que supone la cuarta derrota consecutiva de los de Leo Franco, que siguen acostados en la zona peligrosa de la tabla una jornada más.
