Zaragoza.- Aínsa volverá a engalanarse este sábado para celebrar, como cada dos años desde 1970, la representación de La Morisma, una historia que cuenta la primera gran batalla de la Reconquista en Aragón, y en la que colaboran 450 vecinos en escena y otros 120 detrás del telón.
El éxito está asegurado y se consolida con cada nueva cita, tal y como demuestra la venta de entradas. La presidenta de la Asociación Cultural La Morisma, Isabel Bergua, ha destacado durante la presentación del evento en el Palacio de la Aljafería que "ya se han vendido un 80% de las gradas", lo que refleja una buena respuesta del público y que la implicación de sus vecinos está mereciendo la pena. Tanto que ya están trabajando para conseguir que La Morisma se convierta en fiesta de interés turístico nacional.
Para los ainsetanos, esta celebración es una tradición que ya pervive ininterrumpidamente tres y cuatro generaciones. Algunos de los papeles de la obra han pasado desde entonces de padres a hijos. "Lo llevamos muy adentro", explicaba Bergua. Y es que, según documentos históricos, se representa desde hace más de 400 años, pero la Guerra Civil Española fue motivo de su olvido durante algunas décadas.
No se conoce a ciencia cierta la fecha en la que se empezó a representar, pero se da por buena 1676, cuando Las Cortes de Aragón concedieron diez libras jaquesas para realizar esta representación. Un hecho que llena de orgullo a la actual presidenta de la institución, Violeta Barba, quien ha puesto en valor que "esta recreación histórica que data de la Edad Media se haya transmitido de generación en generación porque permite el mantenimiento de las tradiciones históricas que nos unen".
Para el alcalde de Aínsa, Enrique Pueyo, la mezcla entre cultura y turismo, con eventos ya consolidados como este y otros más, está siendo clave para el desarrollo del municipio. Gracias a ello, Pueyo explica con orgullo que tienen más habitantes que en los años 80 y que las visitas turísticas han crecido un 22% en un año. Y también son buenas las cifras en temporada baja, gracias a las iniciativas que ayudan a desestacionalizar el turismo. Tanto es así que este mes de mayo se ha convertido en el que más gente ha pasado por su oficina de turismo.
