Zaragoza.- El 1 de agosto de 2017 le cambió la vida a la planta de Opel en Figueruelas. por 2.200 millones de euros. Desde entonces, los trabajadores de la planta zaragozana han tenido que hacer grandes esfuerzos para adaptarse a las nuevas condiciones, duras negociaciones incluidas, pero que se han visto recompensadas con anuncios de futuro.
No en vano, el presidente y consejero delegado de Opel Automobile GmbH, Michael Lohscheller, ha reconocido que "somos una compañía completamente distinta a la que éramos hace 12 meses". "Hemos establecido el rumbo hacia una competitividad aún mayor y ya hemos preparado muchas áreas para el futuro. Nos estamos beneficiando enormemente de formar parte del exitoso Groupe PSA. Estamos muy agradecidos por ello y es nuestra obligación", ha añadido.
La integración de Opel/Vauxhall dará al Groupe PSA una cuota de mercado en Europa de alrededor del 17%, convirtiéndose en el segundo mayor fabricante de automóviles del continente. Lohscheller afirmó que "la combinación de nuestras fortalezas nos permitirá convertir a Opel y Vauxhall en negocios rentables y que se puedan financiar".
De la cuantía por la que se ha cerrado la compra, 1.300 millones se han pagado por Opel y otros 900 millones por las actividades en Europa de GM Financial. La operación abarca todas las actividades de automoción de Opel/Vauxhall: seis plantas de montaje y cinco de fabricación de componentes, un centro de ingeniería (Rüsselsheim, Alemania) y aproximadamente 40.000 empleados. Además, GM conservará el centro de ingeniería de Turín, Italia.
El presidente y consejero delegado del Groupe PSA, Carlos Tavares, destacó que "estamos siendo testigos del nacimiento de un auténtico campeón europeo”. “Ayudaremos a Opel y Vauxhall a retornar a los beneficios y tenemos la intención de ser un nuevo referente en la industria. Vamos a liberar el poder de estas marcas emblemáticas y el enorme potencial de sus talentos existentes”, añadió.
PSA y Opel / Vauxhall han estado trabajando juntos desde 2012. La cooperación hasta ahora incluye cuatro vehículos de Opel. El primer modelo, el Opel Crossland X, que se fabrica íntegramente en Figueruelas, está disponible en los concesionarios desde finales de junio de 2017, mientras que Grandland X, un SUV en el siguiente segmento más alto, le siguió en otoño del año pasado.
PACE!
El primer paso de la nueva Opel era trazar la hoja de ruta para que Opel regresara a los beneficios y mejorar la competitividad. Así nació la plan PACE! con el objetivo de generar un margen operativo recurrente para la división de automoción del 2% en una primera fase en 2020 y del 6% en 2026.
"PACE! impulsará todo nuestro potencial. Este plan es primordial para la compañía, para proteger a nuestros empleados frente los vientos en contra y convertir a Opel / Vauxhall en una empresa sostenible, rentable, electrificada y global. Nuestro futuro estará asegurado y contribuiremos con excelencia alemana al desarrollo de Groupe PSA. La implementación ya ha comenzado con todos los equipos comprometidos en alcanzar los objetivos", explicó el consejero delegado de Opel, Michael Lohscheller.
Este plan está diseñado con la clara intención de mantener todas las plantas y evitar los despidos forzosos en Europa. La reducción necesaria y sostenible de los costes laborales se alcanzará con medidas responsables, como conceptos innovadores sobre el tiempo de trabajo, programas voluntarios o planes de jubilación anticipada.
Convenio
Sin embargo, pese a que los planes de Opel no pasaban por el cierre de plantas, los trabajadores de la fábrica de Figueruelas se encontraron con un hueso muy duro de roer. Al finalizar la vigencia del convenio colectivo en 2017, la nueva dirección se encontró con la posibilidad de diseñar un nuevo marco laboral con más acento francés que estadounidense.
Así, en noviembre, los sindicatos se encontraron de inicio con una propuesta de reducción salarial del 6%, que fue rechazada de inmediato. Las negociaciones se congelaron durante semanas y el futuro de Figueruelas quedaba cada vez más en el aire, más cuando PSA estaba buscando ubicación para la próxima generación del Corsa.
Así se llegó a final de enero. Los sindicatos suspendieron las negociaciones y Opel optó por dar un golpe sobre la mesa al amenazar con la retirada de inversiones y, concretamente, del nuevo Corsa, previsto para 2019. La mediación del presidente de Aragón, Javier Lambán, y la consejera de Economía, Marta Gastón, en sendas reuniones con ambas partes, ha sido determinante para desbloquear la situación y garantizar el futuro de la planta
Poca gente en la fábrica olvidará la tarde-noche del 29 de enero. Tras cuatro días encerrados en la planta y a escasas horas de que finalizara el plazo dado por PSA, Dirección y Comité de Empresa de Opel España alcanzaron un preacuerdo a expensas de la ratificación por parte de los trabajadores. Entre otros asuntos, el convenio, con cinco años de vigencia, incluye congelación salarial durante 2018, un incremento del 50% del IPC real en 2019 y 2020, y del 60% del IPC en 2021 y 2022, siempre condicionado al Plan Industrial que utilice a plena capacidad la planta zaragozana, a 478.000 unidades/año. Además, se recuperan los contratos de relevo, aunque parcialmente, para los nacidos en 1957 y se procederá a la renovación de la plantilla para los empleados nacidos entre 1958 y 1961.
Finalmente,
Nuevos modelos Poco tardó PSA en devolver a los trabajadores ese esfuerzo que habían realizado para firmar el convenio. La multinacional francesa asignó a la planta zaragozana la fabricación exclusiva de los nuevos Corsa, a partir de 2019, a lo que hay que sumar su variante eléctrica, a partir de 2020. De esta forma, Figueruelas se situaba como la primera factoría de PSA en montar un coche 100% eléctrico en Europa. Respecto a los plazos, comenzaba "la parte más intensa", según Cobo, para lograr que las nuevas unidades del Corsa comiencen a salir de la cadena de montaje en noviembre de 2019. "En poco tiempo tendremos todo el equipo disponible", dijo Cobo, confiado en que el "buen rodaje" previo les permitirá activar la fase piloto a finales de este año. Los mismos plazos valen también para la industria auxiliar, sin la que no se puede hacer "nada", según el director general de Opel en España. A ojos del consejero delegado de Opel, Michael Lohscheller, este nuevo convenio es fruto de la "responsabilidad" de todas las partes y garantiza "un futuro sostenible" para Figueruelas, "una sólida señal" de la confianza que la empresa pone en España en un contexto que requiere una alta competitividad "en todas las áreas de la compañía". Este anuncio suponía un salto importante para la planta y para Aragón. De hecho, el presidente Javier Lambán lo calificó como una noticia "muy positiva", que confirma que Aragón se "inscribirá en la movilidad del futuro" y se pondrá "a la cabeza por el camino más exitoso y corto". "No hablamos de cantidad sino de calidad, y esta fabricación creo que otorga a Figueruelas unas posibilidades de futuro muy superiores a las que hubiéramos podido pensar hace un tiempo", destacó el presidente. Resultados Y los buenos resultados no han tardado en llegar. En el primer semestre del 2018, el primero completo bajo la propiedad de la multinacional francesa, Figueruelas ha producido un total de 239.395 vehículos un 18% más que en mismo periodo en 2017. De esta forma, la fábrica zaragozana se situaba como la industria de PSA en España con mayor producción, al superar a la planta de Vigo, que cuenta con siete modelos, en unos 1.500 vehículos. Más lejos queda la sede de Madrid, que ha fabricado 42.252 unidades, aunque en este caso solo ensambla dos modelos del Citroën C4 Cactus. En total, la producción de PSA en España se ha situado en 519.542 unidades, un 10% más que en los seis primeros meses de 2017. Por modelos, el más fabricado sigue siendo el Opel Corsa, con 101.031 unidades, que se convierte además en el coche de mayor volumen de PSA en España. Le sigue el Citroën C3 Aircross (66.974 unidades), el Crossland X (49.811 unidades) y el Mokka X (21.579 unidades).
