Dejar atrás Aragón

Miles de aragoneses dejaron atrás la Comunidad para buscar un porvenir mejor, pero lejos de la tierra que les vio nacer enarbolan con más fuerza si cabe la bandera de Aragón. Cuarenta años llevan reuniéndose estos aragoneses para reivindicar sus raíces en el Encuentro de Comunidades Aragonesas del Exterior.

Zaragoza.- Pedro es de Fabara, pero lleva 50 años viviendo en Mallorca. Como él, miles de aragoneses emigraron hace tiempo de la Comunidad para buscar un porvenir mejor y ahora recuerdan con cariño sus raíces. Algunos vuelven a la tierra con asiduidad, pero otros ven a los suyos con menos frecuencia de la que les gustaría. Lo que está claro es que dentro o fuera de la Comunidad, los emigrantes aragoneses son los grandes embajadores de esta tierra situándola en todos los puntos del mapa.

Aragoneses como ellos llevan reuniéndose cuatro décadas en distintos rincones de la Comunidad para Zuera ha sido el escenario escogido en esta ocasión para reunir a cerca de 2.000 aragoneses de casas de la Comunidad de numerosas ciudades y provincias del país.

Las jotas resonaron por todas las calles de Zuera
Las jotas resonaron por todas las calles de Zuera

En la plaza de Zuera, un vecino de Las Parras de Castellote, Fernando, recuerda por qué acabó viviendo en Castellón: "Nuestros padres se tuvieron que ir fuera de su tierra para buscar un porvenir mejor para sus hijos y ahí estamos, contentos y felices". Encarna, que ahora vive en Cataluña, recuerda que se fue de su pueblo, Libros, en Teruel, "a buscar algo mejor" porque "estos municipios cada día están más desiertos, es una pena, solo hay gente mayor".

Unos motivos que quedan en un segundo plano cuando reflexionan sobre lo bien que están ahora en esa ciudad donde han construido su vida y que, al final, sienten como suya. Mari Carmen, que nació en Binéfar, vive en La Coruña desde 1979 y asegura que no echa "nada" de menos porque tiene "todo" en Galicia. Además, insiste en que gracias a formar parte de la casa regional siente "que hay un poco de Aragón allí".

A diferencia de Mari Carmen, sí que hay quien echa de menos algunas cosas de la tierra que le vio nacer. Como Fernando de Las Parras de Castellote, que explica que lo que más le gusta de Aragón "es su gente, la manera de ser, el compañerismo que hay y el acogimiento que da a todos los que no son de aquí".

También suenan a melancolía las palabras de Francisco, quien viviendo en Elche añora "los grandes paisajes y las maravillas naturales" que tiene Aragón. También hay quien echa de menos el acento aragonés, como Pepa, de Teruel.

Una añoranza que les lleva a venir "siempre que pueden" a la Comunidad, como María, a quien le "encanta" volver porque "la gente es mucho más abierta que en Cataluña". Encarna, de Libros, explica que "siempre" procuran volver "en verano, Navidad y Semana Santa, sobre todo cuando todavía vivían los padres".

Lambán intercambió opiniones con algunos vecinos
Lambán intercambió opiniones con algunos vecinos

Una vecina de Épila, Encarna, se lamenta de no haber podido ir a su pueblo a pesar de estar tan cerca durante el Encuentro en Zuera: "Llevo toda la semana pensando en ir y al final no nos podemos desplazar, me ha dado mucha pena".

Pero a pesar de que intenten regresar de visita, no se plantean hacerlo para siempre porque han formado sus vidas allí. Pedro lleva 50 años viviendo en Mallorca y explica que allí empezó a trabajar, conoció a su mujer y se casó.

Al igual que Fernando, que lleva desde los 7 años viviendo en Castellón y recuerda cómo ha estudiado, creado una familia, trabajado allí y ahora se ha jubilado en la Comunidad Valenciana.