Zaragoza.- El 11 de febrero se producía la última victoria en Liga de la Sociedad Deportiva Huesca, que se imponía por la mínima en El Alcoraz a la Cultural Leonesa y parecía poner pie y medio en Primera División. Pero si algo tiene la categoría de plata es su condición de imprevisible, de eterna, y a los de Rubi se les están atragantando las últimas jornadas.
Cinco son los partidos consecutivos en los que no conoce el triunfo, empatando en ese periplo ante Almería y Reus y cayendo derrotada frente a Valladolid, Rayo Vallecano y Sporting de Gijón. Tres equipos de arriba, de la parte alta de la tabla, por lo que las distancias se han reducido de manera considerable y la clasificación se ha estrechado tanto que los oscenses pueden salir del ascenso directo esta misma jornada.
Porque son tres los puntos de distancia con el tercer clasificado, el Cádiz, y precisamente los de Rubi viajan hasta tierras gaditanas para el partido que tendrá lugar este lunes a las 20.00 horas. Cerrará la jornada un choque de suma importancia y que puede suponer, o bien un paso atrás, o un grandísimo puñetazo encima de la mesa de cara a dar el salto a la máxima categoría.
Para ello, la Sociedad Deportiva Huesca quiere ganar en terreno andaluz y aprovechar la gran cantidad de enfrentamientos directos que depara esta jornada, la número 32 en Segunda División. Por ejemplo, se miden entre sí Sporting y Rayo, cuarto y líder respectivamente, o el Granada recibe al siempre complicado Numancia en Los Cármenes.
Las mejores noticias para Rubi llegan en forma de regresos a los terrenos de juego. Porque para la cita, el entrenador recupera a Gonzalo Melero tras cumplir dos partidos de sanción, y también a Moi Gómez, ausente ante el Sporting por la llamada "cláusula del miedo".