El fútbol, cada vez más negocio y menos deporte

Con el paso de los años, se observa como cada vez el fútbol tiene menos interés deportivo y más económico. Las cantidades de dinero que mueve el deporte rey cada año son mayores, y cada vez hay más sectores involucrados en el mismo. Un negocio que, según muchos, se trata de una burbuja. Una burbuja que no parece tener límite.

Con el paso de los años, se observa como cada vez el fútbol tiene menos interés deportivo y más económico. Las cantidades de dinero que mueve el deporte rey cada año son mayores, y cada vez hay más sectores involucrados en el mismo. Un negocio que, según muchos, se trata de una burbuja. Una burbuja que no parece tener límite.

Inversiones extranjeras que revolucionan el mercado

Con la conversión del fútbol en un negocio, donde la rentabilidad es muy elevada, son muchos los grandes grupos de inversión o personas con alto poder adquisitivo que optan por involucrarse en un sector del cual no tienen conocimientos.

En España, son muchos los grandes clubes que se han visto "obligados" a venderse a grandes fortunas chinas (Atlético de Madrid, Valencia, Espanyol, Granada) o árabes (Málaga). Las ofertas son millonarias y suponen una inyección de capital al club muy grande, aunque no siempre salga bien.

A nivel europeo, hay dos casos relevantes, que son el PSG y el Manchester City. Dos equipos que no dudan en pagar cantidades desorbitadas por futbolistas, unas cantidades a las que ningún otro equipo en Europa puede aspirar, como ya se ha visto con el caso de Neymar por ejemplo. Todo ello crea un aumento del valor de los futbolistas que parece no tener límite, y está creando unas desigualdades muy notorias en el mercado tanto europeo como internacional.

Fútbol chino y árabe, los destinos más habituales

Años los futbolistas iban a Estados Unidos a pasar sus últimos años como profesionales. Salarios altos, buena calidad de vida, y un nivel de competitividad mucho más bajo que en Europa. Pero hoy en día las cosas han cambiado, y los destinos son muy diferentes.

El futbol asiático está tentando continuamente a los futbolistas de nivel en Europa, con ofertas que no están al alcance de prácticamente ningún equipo en España o en Europa. Además, sorprendentemente, no son fichajes de jugadores en la última etapa de su carrera, ni mucho menos. Los casos más recientes y conocidos en España son los de Jonathan Viera (28 años), Juan Cala (28 años), Carrasco (24 años) y Bakambu (26 años), que abandonaron sus respectivos clubes (UD Las Palmas, Getafe, Atlético de Madrid y Villarreal) y se fueron rumbo a China.

No son los únicos, ya que el propio Iniesta tiene ofertas, así como otros muchos jugadores que se ven tentados a hacer las maletas y poner rumbo al gigante asiático, un país que está tratando de mejorar su competitividad y protagonismo en el fútbol a base de millones.

La publicidad, un filón

Otro de los aspectos más llamativos de todo lo que rodea al fútbol es la publicidad. No hay más que ver un partido de fútbol, sea en directo, en radio, o en televisión. Más de 10 anuncios de casas de apuestas deportivas, televisores o coches.

La publicidad de las apuestas no tiene ningún tipo de control, sin importar el horario o el público, y tampoco que se trate de una actividad permitida sólo a mayores de edad y que puede ser peligrosa (ludopatía). Las casas de apuestas pagan cantidades demasiado altas como para ponerles pegas. Cualquier partido, sea cual sea el medio que lo retransmite, tiene numerosos anuncios de casas de apuestas que incitan constantemente al espectador a realizar apuestas. Incluso en los propios estadios de fútbol cada vez se ven más carteles de publicidad de apuestas, y lo más llamativo de todo, son los propios jugadores los que participan en los anuncios de las casas de apuestas. No hay regulación al respecto, y el bombardeo de publicidad es constante.

El fútbol está cambiando de manera radical con el paso de los años. Atrás ha quedado esa época de jugadores de cantera que sentían los colores y se pasaban la mayoría de su carrera en el equipo de su ciudad. Hoy en día se ha convertido en un negocio donde el aspecto económico está por encima de todo, incluso de los colores, orgullo, y aficionados. Nadie se resiste al poder del dinero, mientras que el fútbol cada vez es menos fútbol y más negocio.