Zaragoza.- El Real Zaragoza es, tras seis jornadas, el segundo mejor equipo de la segunda vuelta en la categoría de plata del fútbol español con trece puntos cosechados sobre 18 posibles. Unos números que sólo supera la Sociedad Deportiva Huesca, actual líder, habiendo obtenido 15 en estas seis primeras jornadas. Despegados los datos de la frialdad de los números, los de Natxo González ahora sí están alcanzando el grado de fiabilidad buscado y deseado.
Porque desde plantilla y cuerpo técnico reconocían, alcanzado el ecuador de la competición, que el primer reto para ellos pasaba por alejarse de la zona peligrosa de la tabla, la que quema, y el camino seguido no puede estar siendo más exitoso en ese sentido. A día de hoy la brecha con el decimonoveno, posición que ocupa la Cultural Leonesa, es de ocho puntos y ya son siete equipos los que median entre los maños y leoneses.
Se ha insistido desde el club en que el Real Zaragoza no iba a pelear por evitar el descenso y también en que la segunda vuelta sería irremediablemente mejor que la primera. Y aunque no se trataba de un reto mayúsculo, lo cierto es que se está cumpliendo. Si ahora se han obtenido trece puntos en seis jornadas, en el mismo tramo de la primera vuelta fueron cinco, con sólo una victoria en Córdoba frente a las cuatro sumadas ahora.
Pese a que han sido varios los futbolistas en las últimas semanas que han querido aventurarse a citar la palabra playoff, lo cierto es que la brecha sigue siendo de siete puntos respecto al Numancia. Los sorianos son los siguientes que recibirán al Real Zaragoza en su feudo de Los Pajaritos, aunque antes los blanquillos tratarán de ganar su cuarto partido consecutivo en casa, ante el Real Oviedo, quinto clasificado. ¿Oportunidad única?
De momento el plantel guarda jornada de descanso este lunes con la sensación de estar haciendo bien los deberes, pero también de que son 15 jornadas las que restan para concluir la Segunda División y queda todo por resolverse. Un total de 45 puntos que dictarán sentencia para un Real Zaragoza que ya ha alcanzado las aguas tranquilas, olvidado aunque sea parcialmente las turbias. Y que ahora quiere aprovechar el remolino positivo para dar un susto a los de arriba.
