Zaragoza.- La magistrada del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Zaragoza (en funciones de guardia), Natividad Rapún, ha dictado un auto de prisión provisional, comunicada y sin fianza para Rodrigo Lanza, de 33 años, al entender que existen "indicios racionales" de que, sobre las 3.00 horas del 8 de diciembre, cometió un delito de asesinato al agredir mortalmente a Víctor Laínez, de 55, en la calle Antonio Agustín de Zaragoza.
Una agresión "por la espalda", "sin posibilidad alguna de defensa" por parte de la víctima y "utilizando un objeto lo suficientemente contundente como para provocarle una fractura ósea en la cabeza que afectó al tejido cerebral y que "puede considerarse como lesión principal y causa de la muerte", reza el auto de la magistrada.
"Seguidamente -continúa el auto-, tras caer la víctima al suelo, le propinó fuertes golpes en la cabeza, quizá patadas, que le provocaron la rotura de los huesos propios de la nariz y zonas adyacentes". Así lo refleja la magistrada a partir del parte médico del Hospital Clínico -donde ingresó la víctima y murió este pasado martes-.
En el mismo sentido se expresa el médico forense en el informe de la autopsia, que revela que Víctor Laínez "sufrió agresiones de gran intensidad traumática, tanto en la parte posterior como anterior de la cabeza, sin que se aprecien signos externos de defensa".
Para la magistrada, "no existe duda de la identidad del autor de los hechos" y así se desprende de las declaraciones prestadas en sede policial por sus acompañantes la madrugada del 8 de diciembre, así como por otros testigos que han reconocido a Rodrigo Lanza "como la persona que agredió a Víctor Laínez y le causó la muerte".
Lanza alega que se defendió de Laínez
Rodrigo Lanza, de origen chileno y afincado en Zaragoza, ha prestado declaración ante la magistrada este jueves. Durante una media hora, ha respondido a las preguntas de su abogada, Ana Sebastián, y a las de la magistrada, negándose a contestar a la Fiscalía y al abogado de la familia de Laínez, Juan Carlos Macarrón, que ejerce la acusación particular.
Lanza ha reconocido haber agredido al fallecido, si bien ha expuesto que lo hizo "en el legítimo ejercicio del derecho de defensa" y ha apuntado que se limitó a evitar que Laínez le agrediera con una navaja -que no consta en autos-.
Según su declaración, fueron unos empujones y un puñetazo y no utilizó ningún objeto. Sin embargo, el auto de la magistrada expone que esta versión de los hechos "entra en clara contradicción" con los informes médicos y con las declaraciones de los testigos.
Rodrigo Lanza ya cumplió una condena de cinco años de cárcel en 2006 por dejar tetrapléjico a un policía al desalojar un edificio okupa en Barcelona. Así, la magistrada señala que "vistos sus antecedentes penales y las circunstancias" que concurren en los hechos del pasado 8 de diciembre, "es preciso evitar una posible reiteración delictiva, no siendo descartable que el investigado pudiera protagonizar nuevamente conductas violentas frente a personas que le desagradan, bien por su ideología, bien por los signos externos que la representan".
Por el momento, "existen indicios" de que Lanza pudo acabar con la vida de Laínez por la ideología de la víctima, "tras haberle recriminado o llamado la atención por el simple hecho de portar, en el legítimo uso de su libertad personal, unos tirantes con los colores de la bandera española, tal y como manifestaron testigos presenciales de los hechos", reza el auto. A este respecto, Lanza ha explicado en su declaración que no vio estos tirantes porque la víctima llevaba una chaqueta.
Tras tomarle declaración, la magistrada se ha inhibido a favor del Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza, que continuará así la investigación de estos hechos.
Para el abogado de la familia de la víctima, el relato de Laínez sobre lo sucedido es "peregrino" ya que las pruebas acreditan "que le atacó de forma súbita por la espalda e incluso se ensañó con él", ha explicado el letrado Juan Carlos Macarrón, a quien ha sorprendido el aspecto "tranquilo, relajado e indolente" del investigado.
Por su parte, para la abogada Ana Sebastián, que ejerce la defensa de Lanza, la calificación jurídica de estos hechos "está totalmente desproporcionada, nada fundamentada ni motivada". "En el atestado policial hay múltiples contradicciones entre todos los testigos, con lo cual no hay ninguna versión confirmada", ha añadido.
Esta letrada ha apuntado que la información publicada sobre este suceso hasta la fecha "no está acreditada por documentación oficial" y "se ha difamado" la imagen del detenido "de una manera muy injusta y deshumana. Existe siempre el derecho a la presunción de inocencia, somos seres humanos y todos iguales ante la ley. No se nos puede olvidar eso nunca", ha apostillado.
