Zaragoza.- En 2008 la Universidad de Zaragoza invertía en Investigación e Innovación más de 60 millones de euros de su presupuesto. Con la llegada de la crisis esta cifra no dejó de descender hasta tocar fondo en 2010, cuando apenas se llegó a los 24 millones. Una bajada alarmante que habría supuesto un auténtico descalabro de la Universidad sino hubiera sido por las inversiones llegadas de Europa durante todos esos años.
Una realidad que desde la UZ ahora afirman sin complejos y que el propio rector, José Antonio Mayoral, reconoce, “fue fundamental para sobrevivir al temporal, sin cerrar centros de investigación ni echar a los pocos científicos que quedaron tras los recortes”.
Son ya dos los años que la UZ lleva tratando de remontar esta tendencia negativa elevando la inversión de I+D al 25%-30% del total de su presupuesto anual.
La última gran ayuda llegó en Noviembre. La Unión Europea destinará 17 millones de euros a diez proyectos enmarcados en el programa Interreg V-A España-Francia Andorra. Cuatro de esos 17 millones irán directamente a parar a la Universidad de Zaragoza que coordinara desde sus campus varios de estos proyectos.
Poctefa 2014-2020, cooperación territorial
Estas investigaciones forman parte de la estrategia europea de refuerzo e integración económica y social de la zona de Francia, Andorra y España, agrupada en la iniciativa Poctefa 2014-2020.
Poctefa 2014-2020 es el acrónimo del Programa Interreg V-A España -Francia-Andorra. Se trata de un programa europeo de cooperación territorial creado para fomentar el desarrollo sostenible del territorio fronterizo entre los tres países.
Esta constituye la quinta generación de apoyo financiero comunitario destinado a reforzar la integración económica y social de esta zona, y cofinancia proyectos de cooperación transfronteriza diseñados y gestionados por actores de ambos lados de los Pirineos y de las zonas litorales que participan en el Programa preservando el desarrollo inteligente, sostenible e integrador del territorio.
El Poctefa 2014-2020 se organiza en convocatorias de proyectos. A lo largo de cada una de ellas, los actores del territorio interesados en desarrollar proyectos transfronterizos que recaigan en la zona de cooperación deben presentar sus candidaturas al Programa. Una vez presentadas, los responsables del Programa eligen los proyectos que se adecúan a las demandas del territorio y a los criterios de presentación de las propuestas. Estos proyectos serán entonces programados y podrán recibir la cofinanciación del Feder.
El Programa se dirige a los actores del sector público y privado de la zona de cooperación. Cuando se convierten en socios de un proyecto programado –que va a recibir financiación Feder se les denomina beneficiarios. Pueden ser beneficiarios organismos públicos, empresas, agencias de desarrollo, agrupaciones, asociaciones, fundaciones, cámaras de comercio o centros de enseñanza, entre otros tipos de entidades o agrupaciones.
El vicerrector de Política Científica, Luis Miguel García Vinuesa, subraya el alto potencial del campus público aragonés en este programa. “Nuestra Universidad, un año más, está demostrando que puede competir a nivel internacional en cotas de excelencia cada vez más elevadas gracias a la alta calidad de los proyectos europeos de investigación presentados por nuestros investigadores en convocatorias competitivas y exigentes”.
En esta iniciativa transfronteriza, los investigadores del campus público aragonés participan en consorcios con expertos de ambos lados de los Pirineos y en iniciativas para mejorar la calidad de vida de las poblaciones, potenciar su actividad económica, de innovación y de capital humano y revalorizar el territorio, el patrimonio natural y cultural dentro de una estrategia sostenible e integradora.
En concreto, en esta segunda convocatoria Poctefa 2014-2020 se han aprobado 62 proyectos de los 101 presentados con una financiación global Feder de 71,2 millones de euros.
Proyectos ganadores
Los proyectos de investigación concedidos a la UZ incidirán en la producción de cosméticos ecológicos y saludables, el desarrollo de tecnología de instrumentación científica, innovaciones para valorizar una carne de vacuno identificable por el consumidor, minimizar la presencia de residuos de antibióticos en la cadena alimentaria, nuevos procedimientos de análisis clínico mínimamente invasivos, armonizar la formación en sectores de actividad clave, transferir conocimientos entre universidades y Pymes para la colaboración en Open Data, aplicar sistemas de información geográfica para diagnosticar territorios vulnerables, eliminar o reducir considerablemente los antibióticos en aguas y crear una red de investigación transfronterizaen enfermedades priónicas humanas y animales.
El primero de ellos se llama Proyecto aCCeSS. Su objetivo es promover la transferencia de conocimientos y tecnologías de las cuatro universidades de Campus Iberus y de las francesas de Pau, Toulouse y Perpignan a las PYME del territorio transfronterizo para la colaboración en Open Data en 6 áreas temáticas prioritarias: servicios de salud, procesado de alimentos, ciudades inteligentes, energías renovables, industria aeroespacial, industria manufacturera. Supone la continuación del proyecto EBRoS2020.
Este proyecto estará coordinado por el propio vicerrector, Luis Miguel García Vinuesa.
La segunda iniciativa a desarrollar se llama SPAGYRIA. Coordinada por la profesora Ana María Mainar, el proyecto busca la mejora de la empleabilidad y calidad de vida de personas con discapacidad y en riesgo de exclusión mediante la creación de una línea de negocio innovadora especialmente adaptada a sus necesidades que estará dedicada a la producción de cosméticos ecológicos y saludables.
Inicialmente, se articulará la creación de una red de Centros Especiales de Empleo (CEE: ATADES Huesca, Elkarkide, Jardin de Girou), centros de investigación (I3A-Universidad de Zaragoza y MEDES) y centros de transformación en colaboración con ayuntamientos de Pamplona y Huesca.
El plazo para desarrollar esta línea de trabajo es de cinco años para luego poder extrapolarla al mercado laboral.
El Proyecto TNSI, en el que participa el investigador del INA, David Serrate (INA), va a coordinar el desarrollo de tecnología de instrumentación científica que tiene lugar en varios organismos públicos de investigación con empresas del mismo ámbito geográfico capaces de comercializarla.
Una forma de colaborar en el desarrollo de nanotecnología para comprobar si luego el producto diseñado se puede vender a nivel internacional.
El Proyecto DietaPYR2, coordinado por Pilar Santolaria (IUCA), estudia innovaciones aplicadas a la cadena productiva pirenaica de vacuno para valorizar una carne identificable por el consumidor.
Estrategias territoriales a escala transfronteriza relacionadas con el proceso productivo de carne de vacuno procedentes de razas autóctonas de los Pirineos. “Se trata de hacer de nuestra carne un producto exquisito y de excelencia, reconocido en más zonas”, explicaba durante su presentación Santolaria. Además, elaborarán tablas nutritivas en las que destaquen los productos de las tres regiones para fomentar su consumo.
El investigador del IA2, Rafael Pagán, coordina el Proyecto TESTACOS. La meta que persigue es reducir la presencia de residuos antibióticos en la cadena alimentaria del área transfronteriza.
Una solución pionera de autocontrol en los animales vivos y su entorno con el fin de mejorar la calidad del producto que se consume.
El sexton proyecto se denomina Dried Blood Spots (DBS) y participa el investigador del I3A, Martín Resano Ezcaray.
Persigue el desarrollo de nuevos procedimientos de análisis clínicos mínimamente invasivos basadas en el uso de DBS: unas muestras que se obtienen tras la punción con una lanceta en el dedo de la mano y la aplicación de varias gotas de sangre en papeles de filtro clínicos.
Estas muestras pueden ser preparados por los propios pacientes en sus domicilios y enviados por correo ordinario.
En otro ámbito completamente distinto se desarrolla el Proyecto LLL-Transversalis. Desde la Facultad de Educación, el profesor Alfredo Berbegal, recoge el objetivo de armonizar las prácticas de formación a lo largo de la vida para responder a los retos sociales actuales del espacio transfronterizo.
El Proyecto Secanto, en el que participa desde la IUCA, Ángel Pueyo, realizará un análisis sociodemográfico y económico de la realidad de los territorios Nord Est Toulousain y Los Monegros, con la identificación de las necesidades socioterritoriales y de los grupos en situación de vulnerabilidad, que han de servir para la definición de líneas estratégicas de inserción socio laboral a corto, medio y largo plazo.
En noveno lugar, el Proyecto Redprion, que cuenta con la investigadora Rosa M. Bolea Bailo del IA2/ IIS, quiere crear una red científica de excelencia en la zona transfronteriza franco-española en el campo de las enfermedades priónicas, que afectan tanto a la ganadería como a su población humana, ya que no existe ningún tratamiento o prueba diagnóstica ante-mortem fiable para su detección.
Asimismo, se pretende desarrollar enfoques terapéuticos y herramientas de diagnóstico innovadoras y asegurar la sostenibilidad de las cadenas productivas.
Y por último está el Proyecto Outbiotics, con el investigador Juan Ramón Castillo (IUCA) a la cabeza estudia el incremento del número y tipos de resistencias a antibióticos (AMR) es uno de los mayores retos de Salud Pública a nivel mundial.
Las explotaciones ganaderas, motor económico rural del territorio Poctefa (en ganado porcino representa el 38% del total de España y Francia), son los mayores emisores de antibióticos al medio ambiente. El objetivo general es eliminar o reducir considerablemente los antibióticos en aguas del territorio Poctefa. Se estudiarán 17 ríos en España (13) y Francia (4).
Más proyectos, más contratación
Estos programas tienen un plazo de tres años para desarrollarse y ponerse en marcha. Una fuente de ingresos para la UZ, ya que en ellos participarán 100 investigadores vinculados con la Universidad.
Y es que gran parte de estos fondos están destinados a la contratación de investigadores para su ejecución. Según el propio García Vinuesa, entre el 40% 50% del dinero se destinará a este fin.
Una oportunidad de “captar talento y mantener el que tiene la universidad en Zaragoza”, señala Vinuesa, que recuerda que fueron muchos los que durante los años de la crisis se vieron obligados a abandonar el país en busca de laboratorios internacionales.
“La tendencia está cambiando, estamos remontando y es momento de que vuelvan e importen todo lo que han aprendido”, concluye el vicerrector.
