Zaragoza.- El concejal de Vivienda del Ayuntamiento de Zaragoza, Pablo Híjar, tiene entre sus principales objetivos desbloquear el proyecto del antiguo cuartel de Pontoneros en diciembre para construir viviendas sociales. Para ello tendrá que intentar convencer al Partido Socialista, que ya se opuso anteriormente.
Híjar acaba de proyectar la construcción de 168 pisos de alquiler social en cuatro barrios de la ciudad. En este sentido, destaca que Zaragoza supera la media nacional en este tipo de inmuebles, pero asegura que “aún queda mucho por hacer”.
Pregunta.- ¿Son muchas las solicitudes que tienen por parte de los zaragozanos para acceder a este tipo de viviendas?
Respuesta.- Hay mucha demanda y muy importante. Ahora mismo son más de 2.000 familias apuntadas y creemos que si la gente pensara que tenemos promociones de viviendas suficientes, serían muchos más. No tenemos más porque la ciudadanía ha interiorizado que las administraciones públicas hace mucho que no promueven vivienda social.
P.- ¿Qué porcentaje hay en Zaragoza de viviendas de alquiler social?
R.- Comparándonos con otras ciudades del Estado digamos que tenemos un parque de vivienda amplio. En estos momentos, Zaragoza Vivienda gestiona 2.600 viviendas en total, casi 2.000 son de alquiler social. Los datos en concreto de porcentaje en Zaragoza no lo sé, pero a nivel estatal sí que lo sabemos, y es ridículo. Nos movemos en el Estado español en un 2% de vivienda social en el conjunto del parque de vivienda.
P.- ¿Hasta dónde habría que llegar?
R.- Lo lógico en un estándar europeo es el 15%. Estamos a años luz de ello y haría falta una inversión muy importante por parte no solo de los ayuntamientos, sino de las comunidades autónomas y del Gobierno central para invertir esos parámetros.
P.- Pero, ¿Zaragoza está por encima de la media?
R.- Zaragoza tiene un parque de vivienda social superior a la media. Ya cuando entramos al gobierno lo tenía. Ahora, en estos momentos, lo hemos aumentado en torno a más de 400 viviendas nuevas. En mayo de 2015 había 1.535 viviendas concretamente y ahora estamos entre las 1.900 y las 2.000. Con el nuevo impulso de este mandato, vamos a situar a Zaragoza por encima de estos parámetros. Pero queda mucho por hacer.
P.- ¿Quién puede acceder a este tipo de alquiler?
R.- Hay algún tipo de limitaciones por renta, pero en principio prácticamente la mayoría de la población puede solicitarlas. Trabajadores, clases populares y todo el mundo cumpliría los requisitos, pero no tenemos tanta vivienda para otorgar. Tenemos un área social de adjudicación que estudia los expedientes y va priorizando por necesidad. Ahí entran parámetros como el número de hijos, la renta, colectivos como las mujeres víctimas de violencia de género. Hay muchas cuestiones que hacen que una persona pueda acceder más rápidamente que otra.
P.- ¿Qué tienen que pagar los inquilinos?
R.- Se ha introducido desde hace tiempo el pago porcentual a la renta. Un piso de 70 metros cuadrados vendría a costar unos 260 euros de renta de alquiler. A partir de ahí lo que hacemos es aplicar ayudas a los inquilinos para que nunca superen el 30% de los ingresos de la unidad familiar o el 20% si es por debajo de 1,25 veces el IPREM, que estará entre la horquilla de los 700 u 800 euros de ingresos.
Nuevas viviendas sociales
P.- ¿Dónde van a ir ubicadas?
R.- Hay dos proyectos que ya hemos dado a conocer que son Las Fuentes, que ya están entrando las máquinas a trabajar para hacer 80 alojamientos con servicios compartidos. Pontoneros esperamos desbloquearlo pronto, que también son 61 alojamientos con servicios compartidos; y un nuevo plan de promoción a seis años vista, que serán 168 promociones. En total, nos darían 303 viviendas que es un número importante, pero no hay que quedarse ahí. Hay capacidad financiera para más. Estas 168 serán de alquiler social tradicional que van en Valdefierro, en Azucarera-Rabal, Casco Histórico y en el solar de Giesa en Las Fuentes.
P.- ¿Cuándo estarán listas?
R.- Las últimas serán Giesa porque todavía no tienen el proyecto realizado. Pero las otras ya tienen el proyecto y algunas licencias. Esperamos empezar el año que viene ya algunas de estas promociones.
P.- ¿En qué se diferencian las de alquiler compartido con las de alquiler social?
R.- En la forma de vivir. Los alojamientos compartidos son pisos pequeños de unos treinta y pico metros con una única habitación, luego un salón-cocina y un baño. Algunos tienen dos habitaciones. Toda una planta tiene servicios comunes. Van enfocados, aunque no en exclusiva, a la gente mayor por lo que habrá una sala de rehabilitación, habrá un salón social con tele y lectura y habrá restaurante. Es una nueva manera de vivir muy común en el resto de Europa, pero que en España no ha tenido cabida hasta el momento. Tiene un coste mayor que las viviendas tradicionales en la construcción, pero los inquilinos no van a notar ese coste mayor.
P.- ¿Qué posibilidades hay para que se desbloquee Pontoneros?
R.- Solo falta voluntad política. Hay dos grupos como Zaragoza en Común y Chunta Aragonesista que desde hace un año lo apoyan. En el Consejo de Administración, el PSOE se negó a aprobarlo y lo tuvimos que retirar. En estos momentos, estamos intentando dialogar y nuestra idea era llevarlo el 15 de noviembre. Nos han pedido más tiempo para pensarlo. Por lo que aspiramos a que en la primera semana de diciembre podamos convocar un Consejo y ya podamos acudir con un acuerdo del Partido Socialista.
P.- ¿Cuál es el escollo?
R.- Me da la sensación de que es más un escollo político. No lo han explicado exactamente. Pidieron un plan de viabilidad financiero, que se hizo. Pensamos que ese aspecto estaba resuelto porque hay entidades financieras esperando y es viable. Recientemente nos planteaban que no había demanda para este tipo de alojamientos. Pero sabemos a ciencia cierta, que de esas 2.000 familias que piden vivienda social en Zaragoza, hay muchas de esas familias que demandarían este tipo.
P.- ¿Para quiénes van enfocados?
R.- Anteriormente, las familias eran el papá, la mamá y los hijos. Hoy las familias han cambiado. Cada vez hay más mujeres solas con hijos. También hombres. Hay más gente mayor que demanda este tipo de pisos, e incluso gente joven que lo demanda y que no les podemos alojar en una vivienda de 70 metros desperdiciando un recurso público como es la vivienda. Precisamente este tipo de alojamientos vienen a cubrir esta demanda. Vamos a estar encantados de aquí a diciembre de conseguir demostrarle al Partido Socialista que en cuanto saquemos la promoción, se adjudicarán las viviendas de forma muy rápida.
