Declaradas Bien de Interés Cultural las sepulturas de los artífices de la sublevación de Jaca

El BOA publica la orden por la que las tumbas de los capitanes Fermín Galán Rodríguez y Ángel García Hernández se convierten en Bien de Interés Cultural. Se les considera los artífices de la sublevación republicana de Jaca del 12 de diciembre de 1930. El Ayuntamiento de Huesca deberá elaborar un plan especial para estos lugares.

Zaragoza.- La DGA ha materializado este lunes la declaración de Bien de Interés Cultural las sepulturas de los dos capitales artífices de la sublevación republicana de Jaca, ocurrida el 12 de diciembre de 1930. Según la orden publicada en el BOA, los lugares en los que están enterrados Fermín Galán Rodríguez y Ángel García Hernández merecen este reconocimiento porque este hecho histórico supuso el impulso decisivo para el advenimiento de la Segunda República Española en abril de 1931, siendo un hecho de relevancia en la historia reciente.

Estos bienes, que se encuentran en el cementerio de Huesca, se catalogan en la categoría de Sitio Histórico. Por tanto, se determina la obligación para el Ayuntamiento oscense de redactar y aprobar uno o varios planes especiales de protección.

En la orden también se describen los hechos históricos que avalan esta decisión del Ejecutivo autonómico. Se detalla que el pronunciamiento militar contra la monarquía de Alfonso XIII, aunque fue sofocado y estos capitales fueron fusilados, "sus efectos se dejaron sentir en la proclamación de la Segunda República Española cuatro meses después".

Añade que "la sublevación se inició con la proclamación de la República desde los balcones del ayuntamiento de Jaca y con el nombramiento de la primera alcaldía republicana como símbolo de su carácter estrictamente civil. Al mismo tiempo se organizaron las dos columnas militares dirigidas por los capitanes Galán y Sediles que partieron hacia Huesca, siendo neutralizadas por las tropas gubernamentales en el combate de Cillas".

Ese mismo año, el 14 de diciembe, un consejo de guerra condenó a morir fusilados a los capitanes Galán y García Hernández. Las ejecuciones de los capitanes Galán y García Hernández causaron "gran conmoción en toda España, despertando un sentimiento antimonárquico que se extiende rápidamente por toda la geografía. Los ejecutados se convierten, así, en los mártires de la causa republicana".