Zaragoza.- Al Real Zaragoza le está sentando bien, muy bien, la Copa del Rey. El equipo de Natxo González se imponía por 1-0 gracias a un gol de Papunashvili en la primera mitad, pese a que el resultado se quedaba corto por los méritos de los maños y de un Lugo que sólo inquietó a balón parado y con un larguero cuando el encuentro ya expiraba. Y todo con una Romareda que rozaba los 20.000 espectadores y que disfrutaba con los suyos.
Tal y como dejaba entrever Natxo González, notables cambios en el once zaragocista. Momento para que los Delmás, Papu, Guti o Vinícius demostraran estar preparados para pujar por la titularidad y una variante: la de Alain en el lateral zurdo. Y lo cierto es que la amplia mayoría aprovecharon su oportunidad con creces. Especialmente Papu, que estuvo en todas y cada una de las jugadas de peligro zaragocistas en la primera mitad.
Con dominio total sobre el césped, faltaba abrir la lata. El primero en estar cerca fue precisamente el georgiano tras recoger un gran pase al espacio de Vinícius, pero se topaba con una buena salida abajo de Roberto. Un portero que intuía el peligro y que nada podría hacer unos minutos después. Delmás luchaba sin cuartel por una pelota que le llegaba a Papu, quien con un zurdazo de primera calidad mandaba la pelota muy lejos de su alcance y elevaba el 1-0 al cielo de La Romareda.
No tardaría mucho en probar de nuevo, esta vez sin fortuna, pero dejando claro que su asociación con Delmás funcionaba a la perfección. Por entonces Roberto ya era el mejor de lejos del Lugo, salvando a su equipo de nuevo en el 32 tras un chut envenenado de Alain desde la banda, con toda la intención, que se hubiera colado por la escuadra de no ser por su intervención. Mismos protagonistas en el 36, con un disparo de falta que, enorme, salvaba el arquero volando a la esquina de su portería.
No se movería el electrónico hasta el descanso, marchándose ambos equipos con un 1-0 muy corto para los méritos exhibidos por uno y otro. Un Real Zaragoza osado con balón, especialmente a través de Papu, y muy serio sin pelota, evitando concesiones a la escuadra gallega. Eso sí, tuvo que emplearse a fondo Cristian en un disparo de falta que se colaba dentro, demostrando agilidad.
Segunda parte
El guion cambiaría algo en el arranque de la segunda mitad, con un Lugo que sí trataba de reclamar un mayor protagonismo. Y el Real Zaragoza se transformaba en equipo con velocidad a la contra. Ahí emergía de nuevo la figura de un Papu que pudo ser objeto de penalti en el 56. Agarrado era, dentro del área también, pero Cordero Vega consideró que no lo suficiente para señalar el punto fatídico.
Alain seguía con su recital de faltas directas, pero de nuevo escasos centímetros le separaban de un gol que reclamaba ya por pura justicia. Y, a todo esto, Guti seguía y seguía creciendo en la medular. Pero el equipo comenzaba a demandar oxígeno y, para ello, Natxo movía el banquillo con la entrada de Borja y Verdasca en detrimento de Vinícius y Mikel, ampliamente aplaudidos. Eso sí, antes de marcharse, el brasileño tendría la más clara tras otro gran pase de Papu, pero la pierna de un defensor evitaba su estreno goleador.
Lo cierto es que la fluidez en el juego local había bajado, que el partido estaba mucho más disputado. Y que el paso de los minutos comenzaba a pesar, aunque Cristian seguía sin estar muy exigido. Pese a todo, el único equipo que parecía cerca de marcar era el Real Zaragoza. De nuevo Papu, quién si no, soltaba un zurdazo raso dentro del área que no estuvo lejos de entrar tras escapársele bajo el cuerpo a Roberto.
También Borja rozaba el gol tras sacar un latigazo dentro del área, que no logró superar una maraña de piernas. Y con un pase de la muerte que no encontró rematador. Pero el Lugo fue capaz de asustar, primero a balón parado y después con un cabezazo de Herrera que se estrellaba en el larguero. Se salvó el Real Zaragoza y con ello, un partido en el que los de Natxo González fueron ampliamente superiores, pese a terminar sufriendo. Y la Copa sigue viva.
