Mhuel advierte de los "graves perjuicios" que causará mantener los 90 minutos de Religión

Mhuel considera que las cautelares para mantener los 90 minutos de Religión en Primaria originarán "graves perjuicios" para la organización escolar. Además, critican que la decisión se haya tomado a un mes del comienzo del curso y después de que el TSJA dictara un fallo favorable a la administración en julio.

Zaragoza.- El Movimiento Hacia un Estado Laico (Mhuel) ha conocido "con estupefacción" la noticia de la

Mhuel recuerda que el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón modificó en julio de 2016 el currículo aragonés de educación Primaria. Entre otros asuntos, se redujo el horario mínimo de Religión, estableciendo el mismo horario fijado por el Ministerio de Educación del Gobierno de Rajoy.

"Los jerarcas de la iglesia aragonesa presentan un contencioso y solicitan que se suspenda cautelarmente la orden recurrida", han apuntado. "Con la velocidad del rayo y a punto de empezar el curso, los jueces atienden sus demandas", han añadido desde el colectivo. 

La suspensión cautelar de Aragón "contrasta", afirman, con la reducción del horario mínimo de Religión aplicada tanto en el territorio competencia del Estado Central como en otras Comunidades Autónomas de color político dispar como Andalucía, Canarias, Extremadura, Asturias, Cantabria, Baleares, País Vasco, Galicia y Castilla y León.

Un año después, el 12 de julio de 2017, se dicta sentencia. El fallo es favorable a la Administración y establece que lo suspendido cautelarmente es legal. "Es más, la sentencia usa argumentos del Tribunal Supremo para un caso similar: el asturiano", aseguran. Notificada la sentencia, el Departamento de Educación recupera la normativa suspendida. "Nueva reclamación de los jerarcas eclesiales y unos jueces suspenden cautelarmente lo que otros acaban de validar. Y lo hacen, a un mes del inicio del curso, con graves perjuicios para la organización escolar en cientos de centros, afectando a miles de profesores y estudiantes", han criticado desde Mhuel.

"Para justificar la medida, el tribunal aducía daños irreparables: el riesgo de despido de los profesores y la limitación de la capacidad de elección de los estudiantes", aseguran desde el colectivo. A lo que añaden que "el primero no se da puesto que el contrato de esos catequistas no corre peligro. En cuanto al segundo, es la propia resolución judicial la principal causante del daño, puesto que la exigencia de alternativa a la religión está limitando la capacidad de elección de otras materias, como lenguaje o matemáticas, dentro de las horas permitidas por la autonomía de centro". 

"Si el año pasado, la duda (del tribunal, que no nuestra) sobre la legalidad de la normativa, pudiera dejar algún hueco para la justificación de las cautelares, la sentencia y su base en jurisprudencia del Supremo, cierran aquel resquicio", critican.

"De haber daños, no son los aludidos. Al daño al sistema educativo aragonés hay que añadir el que la justicia se produce a sí misma: vista la secuencia de medidas cautelares en litigios en los que interviene la iglesia católica, resulta difícil escapar a la tentación de pensar que las resoluciones judiciales están más influidas por las convicciones religiosas e ideológicas de los jueces que por la aplicación ciega de la ley", aseveran.

Mhuel considera que el fondo de la cuestión "es la interpretación del texto de un tratado internacional bilateral negociado en periodo preconstitucional y suscrito por España con el Vaticano en 1979. Dicho tratado constituye una restricción de la soberanía nacional que condiciona y restringe todo debate sobre educación. Su denuncia es el requisito imprescindible para un verdadero pacto educativo".