Zaragoza.- El adiós de Anquela ya no sólo es una realidad virtual, a través de una página web, sino que hoy su despedida se ha trasladado al cara a cara. El jienense ha querido comparecer ante los medios de comunicación en una abarrotada sala de prensa de El Alcoraz para explicar los motivos de su marcha y dejar varias perlas, tal y como estaban acostumbrados los allí presentes durante el año.
El ya ex entrenador de la Sociedad Deportiva Huesca ha explicado que se siente "con fuerzas de seguir trabajando", pero que en cambio "no tenía palabras para llegar el curso que viene otra vez aquí", añadiendo que "hay discursos que se acaban" y que él ya "gastó" el suyo.
Como no podía ser de otra manera, le queda "una pizca de amargura" por no haber logrado dar un paso más en los playoffs de ascenso y así poder "hacer feliz a mucha gente". Eso sí, ha sorprendido aseverando que su mejor momento al frente del banquillo fue "la pasada temporada en Pamplona, cuando el equipo selló la permanencia".
Anquela incluso se ha atrevido a dejar un mensaje para no sólo la afición azulgrana, sino también para la ciudad: "Que la gente de aquí no sea del Madrid ni del Barcelona, que sea del Huesca porque este club se lo merece".
El técnico ha estado acompañado por el presidente de la entidad, Agustín Lasaosa, quien le ha calificado como "mejor profesional y gran amigo", acatando y entendiendo la decisión del míster porque "se merece la mejor de las suertes". Incluso se han llegado a abrazar a mitad de comparecencia, señal de que no es un adiós, sino quizás un hasta luego.
