Luis Sorando: "La recreación de Waterloo es tan realista que te emocionas cuando llega el doble de Napoleón"

El zaragozano Luis Sorando es investigador, vexilólogo, presidente de la Asociación Histórico Cultural Voluntarios de Aragón y desde hace escasos meses también de la Asociación Napoleónica Española (ANE). Uno de sus mayores deseos es que las recreaciones de Los Sitios vuelvan a tomar las calles de la capital aragonesa.

Zaragoza.- El presidente de la Asociación Histórico Cultural Voluntarios de Aragón, Luis Sorando, es desde hace unos meses presidente también de la Asociación Napoleónica Española (ANE), una entidad dedicada a la recreación histórica y divulgación cultural del período Napoleónico en España.

No en vano, Sorando es un apasionado de la historia de esa época en concreto. Desde pequeño le entusiasman los soldaditos de plomo, el coleccionismo y las maquetas. Más adelante se fue interesando por los trajes enteros de los personajes históricos, hasta el punto de llegar a diseñarlos él.

Lleva más de 15 años organizando recreaciones relacionadas con la Guerra de la Independencia. En Zaragoza, Sorando confía que puedan volver a repetirse representaciones históricas como la de 2015, de la que disfrutaron más de 100.000 personas.

Pregunta.- ¿Qué supone para un zaragozano ser el presidente de la Asociación Napoleónica Española?
Respuesta.- Es un honor y un reconocimiento que hayan pensado en nosotros para esto. Hay 40 grupos integrados en esta asociación y es todo un reconocimiento al rigor y al trabajo que estamos llevando a cabo estos años.

P.- ¿A qué se dedican?
R.- Engloba asociaciones sin ánimo de lucro, de las que somos todos voluntarios que estamos ahí porque nos gusta, pero cada uno nos dedicamos a nuestra profesión. Digamos que la Napoleónica es un equivalente a la FIFA con el fútbol. Existen las asociaciones que son como los equipos y luego la ANE, que es la que coordina el calendario para que no coincidan eventos de un sitio con otro.

P.- ¿Hay que cumplir requisitos?
R.- Se exige rigor en los grupos para evitar que sean pachangueros. Para que una recreación lleve el sello de la ANE tiene que conmemorar un hecho histórico. No aceptamos que nos pidan conmemorar en un pueblo algo que nunca ha existido simplemente para ver soldados con colorines pegando tiros. No es así.

Hay 40 grupos integrados en la ANE
Hay 40 grupos integrados en la ANE

P.- ¿Tiene que estar basado en un acontecimiento histórico real?
R.- Queremos que se conmemore algo que allí hubo, que aconteció. Si puede ser completarlo con alguna charla, con alguna exposición, que sea una cosa histórico-cultural, no sólo unos señores vestidos de colorines con mayor o menor rigor.

P.- ¿Hay muchas restricciones con la pólvora?
R.- Ahora con el tema de las pólvoras hay una ley nueva que es complicada. Si va el jefe de un grupito a la central de Madrid de la Guardia Civil para hablar con ellos, igual no le hacen mucho caso para negociar algún cambio Sin embargo, si va el presidente de la junta con todos los grupos englobados pues tienes más poder. Lo mejor es tener una central que organice todo, porque si no sería un desmadre con todos los grupos que hay ahora.

P.- ¿Y qué tipo de acto es el que recuerda con más cariño?
R.- Con mucha diferencia el de Waterloo. Estuvimos ahí. La ANE precisamente consiguió que pudiéramos ir porque en principio sólo podían ir franceses e ingleses. Los países que había habido en la batalla, pero conseguimos un acuerdo para que nos dejaran tunear de franceses y pudimos asistir. Fue impresionante.

P.- ¿Participa mucha gente?
R.- Más de 5.000 soldados en un prado con el trigo, como en el día por la batalla verdadera, casi hasta la cintura. Con los tambores y los pífanos detrás, con el general delante saludándonos y dándonos ánimos. El público, muy lejos, mirando con prismáticos, te olvidabas de que estaban; la televisión grabando con drones, por lo que parecía que había y que estabas en la batalla mismo de Waterloo. Hay que vivirlo, no es lo mismo verlo desde fuera. No se veían móviles, llegabas a pensar que estabas en la batalla y cuando llegaba Napoleón, todos nos emocionábamos como si fuera Napoleón de verdad.

P.- ¿Son detallistas?
R.- Lo intentamos. A veces se cuela algún pequeño gazapillo, es inevitable. En los primeros tiempos el que llevaba gafas llevaba sus gafas, ahora les exigimos que lleven gafas de varilla, de alambre, en plan antiguo, porque si no canta mucho y todos los relojes son de bolsillo. En algunas localidades que no nos piden consejo, tendrán mucho público y muchas fotos, pero ves gente con gafas, reloj de pulsera, trajes de domador de circo y hasta catanas de samurái. Eso nos repele. Cuando nos invitan a alguna cosa de este estilo no vamos.

Sorando es pesimista respecto a la posibilidad de abrir un museo de Los Sitios
Sorando es pesimista respecto a la posibilidad de abrir un museo de Los Sitios

P.- ¿Qué suponen este tipo de actos para las ciudades que los albergan?
R.- La gente acaba tomándose una caña en un bar, el que más y el que menos compra un recuerdo, gastan dinero, y hay gente que igual no le apetece dormir en un polideportivo y se va a un hotel. Sobre todo en la caballería, esos son un poco más pijillos y gastan dinero en la ciudad.

P.- En Zaragoza ha habido actos memorables.
R.- Los ha habido y los volverá a haber. A las autoridades que tenemos no les gustan, están en su derecho, pero creo que se equivocan porque celebramos un acto que batió records de público, tan sólo por detrás de la cabalgata.

P.- ¿Hay algún avance con el Museo de Los Sitios?
R.- La Casa Palafox ahí está abandonada con ladrillos por el suelo. Cuando lo quieran hacer ya no quedará nada y el tema de Los Sitios fuera de Zaragoza es conocido con Palafox y Agustina, más que otras cosas que están por ahí fomentándose.