Florencio García Madrigal: "Los ciudadanos han querido que la representación sea repartida y que sume"

El diputado socialista de las Cortes de Aragón Florencio García Madrigal, como vicepresidente de la institución, tiene una labor clave. Se ha convertido en el nexo de unión entre Podemos y el Gobierno de Aragón en una etapa en la que el tablero del juego democrático acaba de cambiar.

Zaragoza.- El político socialista Florencio García Madrigal lleva más de treinta años afiliado al partido y dos décadas ocupando cargos públicos en las instituciones aragonesas. Ha sido director general de la DGA, teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Zaragoza y presidente de junta de distrito.

Este profesor titular de Sociología de la Universidad de Zaragoza asegura haber conseguido en la política la combinación perfecta con su profesión. Y más ahora, que ocupa la Vicepresidencia de las Cortes de Aragón. Allí tiene la importante labor de ser nexo de unión entre el Ejecutivo de Javier Lambán, que gobierna en minoría, y Podemos, que ocupa la Presidencia del Parlamento.

Una área nada fácil en un momento complicado para la política aragonesa, en el que la DGA la ocupan dos fuerzas políticas -PSOE y CHA-, en minoría, y necesitan de la formación morada para poder llevar adelante su proyecto político.

Pregunta.- Lleva muchos años ejerciendo cargos públicos. ¿Qué destacaría del actual respecto a los anteriores?
Respuesta.- La trayectoria política requiere madurez. En las sociedades avanzadas, cuando se llega a determinadas posiciones parlamentarias es porque se viene de los ayuntamientos. Esa fue también mi trayectoria, porque tuve la suerte de ser teniente de alcalde del Ayuntamiento de Zaragoza. El actual es un puesto más de carácter institucional, de un organismo que es básico en las leyes, porque en las comunidades autónomas ya se tienen muchas competencias, como la Sanidad y la Educación. Este es un puesto de carácter más de verse Aragón como país y no mirar hacia un partido en concreto, donde tienes que servir a los ciudadanos con carácter general.

P.- Usted es el segundo de la institución y una diputada de Podemos, Violeta Barba es la primera, ¿cómo está siendo esta experiencia?
R.- Está siendo constructiva porque se hizo una mayoría de izquierdas, que supuso un gobierno de PSOE y CHA. Parecía congruente, entonces, que la Presidencia de las Cortes la tuviera Podemos, puesto que sustenta ese gobierno de izquierdas. Hay que decir que la democracia tiene que ver con la representación. Y, a veces, todos somos muy presidencialistas. En este caso, la Mesa de las Cortes son cinco votos: dos del PSOE, dos del PP y uno de Podemos, lo que garantiza que para obtener y refrendar mayorías en la institución también en esa Presidencia se necesitan tres votos. Con lo cual, si bien Podemos tiene la Presidencia, realmente solo a la hora de tomar decisiones colegiadas tiene un voto. Esto significa que hay que acordar.

 El político socialista Florencio García Madrigal lleva más de treinta años afiliado al partido
El político socialista Florencio García Madrigal lleva más de treinta años afiliado al partido

P.- ¿Cómo cree que está funcionando la relación entre Podemos y PSOE en Aragón?
R.- Está siendo muy positiva, porque hay que tener en cuenta que los tiempos han cambiado. Igual que han tenido que hacer los medios, por ejemplo con la digitalización. El sistema que tenemos en España y en Aragón es de agrupación de mayorías. Durante las jornadas de puertas abiertas que hemos vivido recientemente en el Parlamento algunos visitantes nos preguntaba por qué el grupo mayoritario de la Cámara no es el que tiene la Presidencia del Gobierno de Aragón. Bueno, porque tenemos una ley electoral por la que el presidente tiene que ser un diputado y obtener el refrendo de la mayoría. Esa mayoría son los grupos de izquierdas. La ciudadanía quiso que existiera una representación plural y, en ella, Podemos decidió no entrar en el Gobierno. Después, sin embargo, ha ido adquiriendo mayores cotas de participación. La prueba es la Presidencia de las Cortes.

P.- Desde su posición en el Parlamento, ¿cree que su papel es importante en esa compleja relación?
R.- Por supuesto. Por eso decía que hay que ver si hacemos pedagogía democrática. Que aunque la cara más visible es el alcalde en un ayuntamiento o el presidente en las Cortes, todo eso luego depende del apoyo, de los votos y de la representación. Esto es lo que importa. Las dinámicas son diferentes porque la ciudadanía ha preferido que sean diferentes. Ellos han querido que la representación sea repartida y que sume. Hace un tiempo, el PP planteó que fuera alcalde el de la lista más votada, pero no ha habido consenso suficiente porque parece que la ciudadanía mayoritariamente prefiere que haya acuerdos y consensos para obtener las mayorías.

P.- Usted ocupa la vicepresidencia de las Cortes tras un cúmulo de acontecimientos que provocaron la renuncia al cargo del líder del PSOE en la provincia de Huesca. En calidad de cargo orgánico del PSOE aragonés, ¿cómo cree que ha repercutido este proceso a nivel interno?
R.- La situación es positiva. Por ejemplo,acabamos de vivir un proceso de primarias yha habido cooperación entre las agrupaciones provinciales. Tampoco hay ningún tipo de fisura en relación al Gobierno de Aragón.Lo que aglutina a los socialistas en gobernar. Aquel momento, más que una cuestión de diferencias, era de interpretaciones en la comunicación. Igual que cuando Marcelino Iglesias anunció de manera casi sorpresiva que no iba a ser el candidato a las próximas elecciones, algunas personas decían que cómo no se había comunicado de otra manera.

García asegura que le gusta la gente y por eso se ha dedicado a la sociología y a la política
García asegura que le gusta la gente y por eso se ha dedicado a la sociología y a la política

P.- ¿Recuerda sus inicios en política?
R.- Soy profesor universitario de Sociología en la Universidad de Zaragoza. Por lo cual, siempre he visto muy congruente mi dedicación a la política y las clases. A mí me ocurre lo contrario que otros profesores, como por ejemplo de matemáticas, que si transcurren años alejado podrían tener un desfase.. Según mi visión del mundo, yo soy incapaz de no hablar, por ejemplo en una gasolinera, con la persona que me atiende sobre lo que vende, el tiempo que hace o conocer el distrito en el que vive. Me gusta la gente y por eso me he dedicado a la sociología y a la política. Ese tándem es muy positivo.

P.- Su principal formación política se desarrolló en el Ayuntamiento de Zaragoza. ¿Cómo ve esta institución en estos momentos?
R.- Los ayuntamientos son el corazón que palpita y es lo que amo. Para mí, es una cicuta que si la suministras poco a poco es un estimulante, pero si te pasas te puede matar. La he vivido muy emocionalmente y ahora no me gusta cómo funciona. Cuando hubo esa foto tan desafortunada en las que las bandas se tiraban por el suelo lo pasé muy mal porque una cosa es respetar los emblemas y otra cosa es ensuciar los emblemas, que tanto representan. No creo que haya que desmitificarlos ensuciándolos. Se ha hecho una política muy sectaria. Pretender hacer funcionarios a los trabajadores de la contratas de parques crea situaciones de desigualdad absoluta. Alguien que trabaja en una contrata no puede subvenir funcionario. Han estamos más preocupados de dar satisfacción a sus clientelas dentro del partido que de tener una función institucional de servicio a la ciudadanía en su conjunto. Esa es la gran diferencia para mí. Tampoco me gusta la falta de diálogo que tienen con el PSOE.

P.- ¿Qué cualidades destacaría del presidente de Aragón?
R.- Es un gran intelectual. El Día de San Jorge habló de lo que somos el pueblo aragonés, de identidad, de nacionalidad histórica, y de que queremos ser universales. Tambíen de que hay que hacer educación, investigación y cultura. Yo creo que se está metiendo en la piel de los jóvenes a futuro.

Es un aragonés de casta, porque lleva muy arraigado la defensa del identitario aragonés, como es la defensa del agua. En términos humanos, a pesar de que la imagen pueda ser más discursiva, es muy tierna, íntima y afable con los amigos. Siempre intenta esforzarse para agradar personalmente a los amigos. Con él, tienes la sensación de que en las cuestiones personales no te puede fallar.