Zaragoza.- "Te conoces mejor a ti mismo, abres la mente, conoces otro idioma, otras culturas…". Estas son solo algunas de las virtudes que han hecho que el número de estudiantes de la Universidad de Zaragoza haya pasado de 17, en 1987, a más de 1.000 el año pasado. En total, en los 30 años de vida del programa, la Universidad ha enviado a cerca de 19.000 alumnos a estudiar a otro país europeo y ha acogido más de 16.000.
El presupuesto destinado al programa también ha variado. En el año en el que comenzó el programa se destinaron 3.000 euros a este fin. En 2016, fueron 340.000 y, según la directora de secretariado de Internacionalización, María Villarroya, "existe una previsión de crecimiento".
Erasmus es movilidad de alumnos, pero también de profesores. En el último año, 100 de ellos disfrutaron de una estancia Erasmus y otros tantos profesionales de administración y servicios. Tal y como ha puntualizado Villarroya, otra de los beneficios del programa es que es un motor para la colaboración entre universidades europeas.
El Paraninfo de la Universidad de Zaragoza ha organizado este martes unas jornadas en las que ha analizado los 30 años de trayectoria del programa y una mesa redonda en la que se han compartido experiencias Erasmus.
